He dicho que el populismo es difícil de definir, pues no se trata propiamente de una ideología política, sino de una tendencia que puede exhibir muchos matices y se ha manifestado a todo lo largo y ancho de la historia de la humanidad. civilizada. Baste con recordar el «Pan y Circo» de los romanos, con lo que se trataba de mantener al pueblo contento. Dar satisfacción a los apetitos de las masas es una vieja receta para conquistar y preservar el poder con el propósito de gozar de sus gajes. El populismo azuza a los menesterosos contra los pudientes, pero de él se lucran quienes aspiran a desplazar a estos últimos. No en vano se ha dicho que estas revoluciones culminan con un cambio de ricos. Las estructuras se mantienen, pero los actores que se benefician de ellas cambian. «Todo cambia para que todo siga igual», como dicen que reza la conclusión de esa obra maestra que es «El Gatopardo», de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Vid. El gatopardo para analistas internacionales – Real Instituto Elcano; Guiseppe De Lampedusa – El Gatopardo (derechopenalenlared.com)
El comunismo es algo muy diferente. Se basa en una ideología que muestra todos los rasgos de lo que Karl Schmitt llamaba una religión secular. Su estructura conceptual, sus desarrollos, la diversidad de sus orientaciones, su capacidad de penetrar no sólo la esfera racional, sino las emociones, las ilusiones y en suma las pasiones de la gente para motivar sus acciones, lo hacen muy parecido a la religión, contra la que sin embargo se ha alzado desde sus comienzos, si bien utilizándola cuando la ha considerado conveniente para sus propósitos.
En síntesis, el comunismo entraña toda una concepción del mundo que tiende a llevarse a la práctica en procura de una transformación radical de la sociedad y del hombre mismo. Un leit-motiv que lo anima es precisamente el mito del «Nuevo Hombre». Como en las grandes religiones, exhibe textos sagrados, ortodoxias, cismas, herejías e incluso apostasías que suscitan fuertes confrontaciones entre sus adeptos. Pero se nutre de la idea de unas verdades absolutas que se hace menester imponerlas por la fuerza. El mesianismo termina dominándolo, a pesar de su rechazo del individualismo y su favor por lo colectivo. También registra, por un lado, su santoral y, por el otro, su galería de réprobos.
Raymond Aron, estudioso y crítico sagaz del marxismo, decía que Marx es «simple para los simples y sutil para los sutiles», amén de «inagotable y equívoco». Su credo llega con facilidad a las mentes ilusas, pero al mismo tiempo se presta a las sinuosas elucubraciones de las que tratan de penetrar la complejidad de lo real. Todas ellas encuentran en su pensamiento respuestas para orientar sus acciones, hasta que tropiezan con la dura realidad.
En un libro ya célebre, Furet, que fue comunista en su juventud, al contemplar su fracaso en Europa oriental, trató de ajustar cuentas con él hablando de «El Pasado de una Ilusión». Vid. Download PDF – Furet, Francois – El Pasado De Una Ilusion, Fce, 1995. [546gq66p8xn8] (idoc.pub). En el plano doméstico, Libardo Botero y Alfonso Monsalve han protocolizado sus respectivos ajustes en dos libros cuya lectura recomiendo de nuevo vivamente, ambos publicados por Alvear Editor: «Réquiem por una Ilusión» y «El Secuestro de Borge».
Esa ilusión ha revivido en los tiempos que corren a través de diversas reinterpretaciones, unas de las cuáles se resumen en el Socialismo del Siglo XXI que patrocinaron Fidel Castro y Lula para tratar de que sobreviviera a la catástrofe de la última década del siglo XX. A fe que no les ha ido mal, pues la idea comunista ha revivido en Nuestra América como una mancha roja similar a la gangrena que sube pierna arriba hasta contaminar todo el organismo. Ya está campante en nuestro país amenazando con transformarlo radicalmente en los tiempos venideros. Sus portavoces hablan de que un solo período presidencial es insuficiente para lograr sus propósitos y nos hablan de por lo menos doce años para llevarlos a cabo.
Colombia lleva, mal contados, cerca de cien años defendiéndose del comunismo, según se lee en el libro de Eduardo Mackenzie «Las Farc o el Fracaso de un Terrorismo». Vid. 12Eduardo_Mackenzie-Las_Farc_El_fracaso_de_un_terrorismo.pdf (historiadecolombiaplural.com). Ya claudicó. Lo que sigue está por verse.
Jesús Vallejo Mejía
Publicado: julio 22 de 2022
5