Votar en blanco es una estupidez que solamente beneficia a Petro. No es hora de tibiezas, sino de asumir posiciones. Hay que derrotar al Pacto Histórico. Rodolfo Hernández dio la sorpresa pasando a segunda vuelta y ahora el futuro del País depende de apoyarlo.
Y sí, no es el político más ortodoxo, está lejos de ser políticamente correcto y respira populismo. Sin embargo, solamente alguien con esas condiciones tiene posibilidades de ganarle a Petro. En esta ocasión, con los números tan altos de la izquierda, un estadista de corbata no tenía chances de llegar a la victoria.
También es cierto que su léxico no guarda relación con la dignidad presidencial y sus cuatro años de mandato podrían ser una montaña rusa de emociones, insultos y tensiones institucionales. Pero, al fin y al cabo, solo serían cuatro años, cosa distinta a lo que sucedería con Petro. Con el fantasma de la constituyente respirándole en la nuca y la imposibilidad de sacar adelante en un cuatrienio las complejas reformas que tiene en mente, es altamente probable que la izquierda no suelte el poder en 2026.
Financiar el presupuesto con emisión de moneda, nacionalizar el ahorro pensional, unificar el sistema de salud bajo la fallida visión del seguro social a nivel territorial, asfixiar tributariamente a los altos capitales y expandir de manera desproporcionada el gasto público son cambios que no se hacen de la noche a la mañana. Para poderlos llevar a cabo se requiere más de un periodo presidencial. Por eso, no es exagerado afirmar que estas pueden ser las últimas elecciones libres en varias décadas.
Lo perfecto es enemigo de lo bueno y si nos enfocamos en los defectos de Rodolfo perdemos el País. No es hora de vanidades ni dignidades que no van para ningún lado. Irse a ver ballenas no es una opción. Hay que asumir posiciones y la Presidencia está en manos de las 5 millones de personas que votaron por Fico.
De hecho, de los 21 millones de colombianos que participaron en la primera vuelta, 12.6 millones votaron contra Petro. Si los números se mantienen y estimando que la izquierda aumente cerca de medio millón de votos, el 19 de junio la votación podría terminar 11-9 a favor del ingeniero.
Lo único que se necesita es sacar al voto en blanco de la ecuación. Las últimas encuestas muestran una caída del ingeniero, pero no un aumento de Petro. Es decir, el Pacto Histórico no está logrando sumar adeptos, simplemente aumentó el voto en blanco tras los equivocados mensajes agresivos de Rodolfo contra el uribismo al finalizar la primera vuelta.
No obstante, eso tiene solución. Las narrativas se ajustan, pero el modelo económico no. Hay que votar por el ingeniero para proteger al País. Es así de sencillo. El voto en blanco ni siquiera tiene significancia jurídica en segunda vuelta. No sirve para nada distinto a permitir la llegada al poder de Petro.
Publicado: junio 8 de 2022
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