Nada más cierto que algunas leyes de Murphy, sobre todo la que dice que todo tiende a empeorar. Eso es lo que estamos viviendo en Colombia en los últimos días. Tenemos tres frentes difíciles de afrontar: las elecciones presidenciales, la inflación que no ha dado tregua y los nuevos actos violentos.
Los nuevos actos de violencia, esta vez perpetrados por el Clan del Golfo, a raíz de la extradición de alias Otoniel, nos demuestran lo infiltrados que están estas estructuras delincuenciales en el país. El narcotráfico sigue haciendo de las suyas. Es tanto el poder de esa cantidad de dinero que es imposible contra restarlo. Además, el Estado ha sido incapaz de llegar a estos territorios y tener la presencia necesaria. Como siempre los más perjudicados han sido las clases menos favorecidas que ven otra vez perder su negocio y hasta un ser querido por cuenta de esta violencia. El gobierno no se puede amilanar. En su fortaleza y empeño está el futuro, nuestras fuerzas militares deben recobrar estos territorios e imponer la ley y el orden.
El tema inflacionario sigue siendo un dolor de cabeza a nivel mundial. No es un mal que nos aqueje sólo a nosotros. Sigue habiendo problemas de exceso de consumo, falta de oferta y problemas logísticos. La pandemia golpeó muy fuerte las estructuras de producción. Mientras en Estados Unidos la Reserva Federal siga subiendo las tasas de interés tendremos problemas en las nuestras, su Bono del Tesoro es referencia de los mercados mundiales.
Tengo un gran susto a que en el país no se tome en serio la inflación, no podemos echarle leña al fuego y seguir dando subsidios a diestra y siniestra y fomentando el consumo de hogares mientras los commodities siguen a precios altos y nuestra moneda pierde valor. Todo unido es una bomba atómica. No quiero ni pensar que un gobierno populista tome las riendas con una economía así de caliente, podría ser catastrófico.
Estamos a prácticamente dos semanas de elecciones y cada vez vemos más riesgos que la izquierda populista llegue al poder, sobre todo cuando esta se ha visto permeada por grupos delincuenciales y por la mafia. Ese pacto o perdón social ha demostrado ser totalmente cierto y puede llevarnos a ser un país paria frente al mundo. Salir a perdonar a cuanto bandido exista es inaceptable.
Las encuestas siguen dando como ganador tanto en primera como en segunda vuelta a esta izquierda que no tiene ningún recato, que su odio y sed de venganza puede hacer mucho daño a nuestras instituciones y a nuestra economía.
Como lo advertí en alguna columna anterior las acciones en Estados Unidos vienen perdiendo valor aceleradamente por cuenta del aumento de tasas de interés. Hay compañías que ya están a precios interesantes para comprar. Creo, todavía no es el momento de hacerlo. Faltan más subidas de tasa y por consiguiente se podrán conseguir mejores precios en un futuro cercano.
Mi consejo a mis compatriotas es el de apretarse el cinturón en términos económicos y políticos, no es el momento de salir ni a endeudarse ni a gastar más de la cuenta y mucho menos de buscar el cambio político saltando al vacío y un consejo al que le caiga que es que el populismo no se confronta con populismo, si no con la razón.
Publicado: mayo 16 de 2022
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