Si hay algo justo y merecido es hacer un reconocimiento a María Paula Correa. Una mujer de oro que ha llevado sobre sus hombros al Gobierno Nacional. Su trabajo es admirable y su valerosidad debe ser ejemplo para miles de mujeres que desean incursionar en el servicio público.
Sin lugar a dudas la Jefatura de Gabinete es uno de los cargos más importantes del Estado. Equiparable al Chief of Staff americano, es la responsable de articular el funcionamiento de todos los Ministerios, Departamentos Administrativos y demás entidades del Gobierno con los lineamientos del Presidente.
Es, en la práctica, quien hace que las cosas se hagan, que las políticas públicas den resultados y que se logren los objetivos propuestos. La gran coordinadora de todo, el puente entre el primer mandatario y el gabinete. Una labor de altísima complejidad que nunca se detiene, que implica sacrificar la vida privada para enfocarse por completo al País y que, por lo general, no obtiene el reconocimiento que debería.
De hecho, los aplausos se los llevan los Ministros y los logros los celebra el Presidente. Los medios visibilizan a las cabezas de la coalición oficialista y casi nadie termina resaltando la labor administrativa que se produce en el corazón del Palacio de Nariño.
Por ejemplo, sin la labor de la Jefatura de Gabinete no sería posible hablar del exitoso programa de vacunación que ya cobija a más del 70% de la población en la mayoría de las ciudades, de las históricas cifras en materia de vivienda, del crecimiento del PIB superior al 10%, de la reducción del déficit fiscal y la deuda más rápido de lo esperado, del incremento en la inversión extranjera durante 2019 o de haber detenido el crecimiento de los cultivos ilícitos.
Sencillamente no hay acción gubernamental que no pase por sus manos.
Y claro, no es fácil que este cargo esté al mando de una mujer. No porque no sea capaz o no tenga la experiencia requerida, sino en razón a que la política ha sido un ambiente históricamente controlado por hombres.
Aunque parezca increíble, en el manejo del Estado persisten costumbres que terminan fungiendo como trabas adicionales para las mujeres, en aspectos que van desde algo tan sencillo como la presentación personal hasta la aptitud para asumir ciertas responsabilidades.
Por eso, la labor de María Paula Correa es admirable. Una mujer competente que ha sacado adelante a este Gobierno y que ha derrotado a todos aquellos que buscaron su caída con mentiras, chismes y acusaciones sin fundamento en el ámbito personal y profesional.
Si alguien merece un reconocimiento especial es ella. Desafortunadamente la ingratitud pareciera ser un elemento inherente al servicio público, razón por la que es más que justo exaltar su nombre y poner su gestión como ejemplo de éxito para las nuevas generaciones.
Publicado: marzo 11 de 2022
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