Fico representa la opción más viable para derrotar a Petro. Tiene experiencia, carisma y logró una votación representativa en la consulta. Es hora de rodearlo. En especial, tras una jornada electoral que rediseñó el panorama electoral y que dejó en evidencia varias circunstancias.
En primer lugar, a pesar que el Pacto Histórico fue la bancada más votada, está lejos de construir una coalición de gobierno mayoritaria. El Partido Conservador, Centro Democrático, Cambio Radical, los cristianos y la U conforman en el Senado una base de 55 curules, a las cuales hay que sumarles la mayoría del Partido Liberal y la mitad de la Alianza Verde que se inclinan hacia el centro y no la izquierda.
En total, de llegar al poder, Petro enfrentaría una oposición de cerca del 70% del Senado que no aprobaría ninguna de las peligrosas reformas que propone en contra de la propiedad privada y la estabilidad económica del País. Sobretodo, aquellas de índole constitucional que afectarían, entre otros aspectos, la independencia del Banco de la República.
En segundo lugar, la notoria votación del Equipo por Colombia y el bajón de Cambio Radical en el Congreso dejan sin chances la eventual candidatura de Germán Vargas Lleras. Las condiciones no están dadas e insistir con esa aspiración generaría una innecesaria y peligrosa fragmentación de votos que solo beneficia a Petro. Algo que, por ejemplo, ya supo entender Óscar Iván Zuluaga.
En tercer lugar, es alarmante la realidad del Centro Democrático. En Cámara se perdieron 16 curules y en ciudades como Bogotá se pasó de 5 a 2 representantes. El Partido debe redefinir su norte y recuperar su discurso con una base programática clara, algo que siempre tuvo, como pocas colectividades, pero que perdió con el Gobierno Duque.
En cuarto lugar, la candidatura de Sergio Fajardo no va para ningún lado. Sacar poco más de 700.000 votos en la consulta después de registrar 4.5 millones en la primera vuelta del 2018 es un verdadero fracaso. Insistir en esa aspiración, sinceramente, es un acto obstinado impulsado por ambiciones personales que le puede costar mucho a Colombia.
En quinto lugar, el gran reto de Fico está en atraer esos 2.2 millones de votos del centro. Para ello, será clave que aleje su discurso de discusiones ideológicas y se concentre en temas prácticos. Hay que construir consensos en torno a temas generales de País y evitar caer en extremos.
Además, la elección de la fórmula vicepresidencial jugará un rol determinante, quizás como nunca había ocurrido en años anteriores. Se requiere a alguien que movilice al electorado que apoyó la coalición de la esperanza hacia donde Fico, quien hoy por hoy representa la opción más sólida para derrotar a Petro.
Finalmente, habrá que esperar qué sucede en las encuestas con Rodolfo Hernández e Ingrid Betancourt. Por lo pronto, el voto útil será el mejor aliado de Fico y habrá que hacer todo lo posible para que Petro no gane en primera vuelta. Si hay segunda vuelta, Colombia se salva del populismo.
Publicado: marzo 16 de 2022
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