Confirmado el retiro del doctor Óscar Iván Zuluaga, llega la hora para que el candidato Fico Gutiérrez se siente con los partidos que pueden ser catalogados como de centro-derecha para ensanchar su coalición política de cara a la primera vuelta del mes de mayo.
La votación del Equipo por Colombia fue generosa y superó las previsiones de muchos observadores. Con 4 millones de votos para el arranque de su campaña, Fico tiene la plataforma para recibir a nuevos sectores políticos.
La primera tarea consiste en la consolidación del respaldo del partido Conservador. Es bastante inquietante que la colectividad de Caro y Ospina, que avaló a David Barguil, hubiera aportado únicamente 629 mil de los 2.1 millones de votos que obtuvo en las elecciones del 13 de marzo. ¿Qué pasó con los 1.6 millones restantes? Para lograr la victoria de Gutiérrez es necesario que la totalidad del conservatismo se comprometa en el apoyo a su candidatura.
Es evidente que el grueso de la militancia del Centro Democrático participó en la consulta del Equipo por Colombia votando fundamentalmente por Barguil, Gutiérrez y hasta por Char y Peñalosa. Ahora corresponde que el partido, institucionalmente, se sume a la campaña. Es necesario que en todos los rincones de la geografía colombiana donde el CD tiene concejales, ediles, líderes de acción comunal y operadores políticos de base se haga el trabajo proselitista que no alcance a hacer Gutiérrez quien no cuenta con una estructura partidista que lo respalde.
Así mismo habrá que convocar al exvicepresidente Germán Vargas Lleras cuyo partido, Cambio Radical, aun mantiene importantes representaciones regionales a pesar del fuerte revés que observó en las recientes elecciones donde sufrió un bajonazo de medio millón de votos, lo que significó una reducción de 5 curules en el Senado de la República.
Senadores del partido de La U -colectividad que sumó 1.5 millones de votos- como José David Name Cardozo anunciaron que acompañarán desde ahora la campaña de Gutiérrez.
La política se hace sumando, generando escenarios que faciliten la convergencia de distintos sectores ideológicos afines. Se equivocan los que plantean panoramas ingenuos como el de emprender una candidatura presidencial -con lo que ello implica- a espaldas de los partidos. A punta de redes sociales y medios de comunicación el mensaje llega hasta capas específicas de la sociedad, pero el trabajo del día a día para la difusión de la propuesta programática necesita del apoyo de organizaciones sólidas que cubran la mayor parte de los departamentos y municipios de Colombia.
No puede haber triunfalismos de ninguna naturaleza. El rival a vencer tiene fuerza política y lleva años de ventaja. Petro es sólido y seguramente sumará nuevos apoyos en las huestes del liberalismo. No puede descartarse que el partido de Cesar Gaviria termine uniéndose institucionalmente a su campaña y que sectores que hicieron parte de la coalición de la “esperanza”, como el que representa el exgobernador de Boyacá Carlos Amaya aterricen en esa campaña.
Ganará la contienda el que juegue las cartas con más astucia. Aunque los asuntos de mecánica no son definitivos, sí resultan esenciales para impulsar una candidatura presidencial. Ojalá Fico Gutiérrez lo entienda así y tome las decisiones que resulten más convenientes para una aspiración que no es de él, sino de millones de colombianos que están depositando sus esperanzas en ella con el fin de salvar a la democracia colombiana del cataclismo socialcomunista.
Publicado: marzo 15 de 2022
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