Resultan inaceptables las amenazas e intimidaciones de que ha sido víctima el procurador delegado para el proceso del presidente Uribe, José Enrique Sanjuán luego de que fijara la posición del ministerio público respecto de la preclusión solicitada por la fiscalía frente a la investigación que se adelanta contra el presidente Álvaro Uribe Vélez.
En una detallada intervención, Sanjuán expuso los argumentos por los que en criterio suyo debe dársele procedencia a la preclusión por atipicidad de las conductas imputadas al exmandatario colombiano.
A lo largo de las diligencias que se han cumplido con ocasión de la audiencia de preclusión, instalada hace más de 6 meses, el procurador delegado ha dado suficientes muestras de imparcialidad y ponderación.
Cuando se presentó la guerrillera de las Farc Deyanira Gómez -compañera y cómplice del falso testigo Juan Guillermo Monsalve- alegando ser una supuesta víctima de Uribe, Sanjuán estuvo de acuerdo con que se le concediera dicha condición, posición que en su momento fue aplaudida a rabiar por la extrema izquierda, sector que ahora ha emprendido una reprochable cataratas de insultos, señalamientos y amenazas contra el funcionario como consecuencia de su postura en relación con la inocencia de Álvaro Uribe.
La actitud de quienes estimulan y alientan la campaña de acoso y amenazas contra el procurador Sanjuán le produce una gravísima lesión al estado de derecho y les corresponderá a las autoridades competentes, además de incorporar las medidas de seguridad necesarias, emprender las investigaciones que desemboquen en las sanciones penales a que haya lugar contra los determinadores y ejecutores del hostigamiento de que está siendo víctima ese funcionario de la Procuraduría General de la Nación.
El conocimiento del expediente del presidente Uribe publicado en su totalidad por la revista Semana y los pormenores que la opinión pública ha podido conocer durante las agotadoras pero detalladas sesiones que se han cumplido para exponer las razones por las que la juez del caso debe decretar la preclusión, han puesto en evidencia la magnitud del montaje que se erigió en contra de Uribe. Todo surge del testimonio de Juan Guillermo Monsalve quien fue presentado por el senador de las Farc Iván Cepeda Castro como un supuesto exintegrante del desaparecido ‘Bloque Metro’ de las autodefensas.
Pues bien, tanto la fiscalía como la procuraduría han concluido que existen serias dudas respecto de la pertenencia de ese sujeto a dicha estructura paramilitar. En consecuencia, su testimonio contra los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez resulta falaz, con lo que se derrumba la estantería que condujo a las ignominiosas circunstancias que afectan al expresidente.
El procurador Sanjuán, que es un jurista reconocido por su trayectoria en el servicio público, ha hecho una seria valoración de las pruebas presentadas por la fiscalía y de los argumentos de quienes se hacen pasar como víctimas en ese caso. Su conclusión, como sucede en cualquier otra argumentación de orden jurídico, puede ser controvertible y debatida, lo que no permite que se abra la delicada puerta de las amenazas y los constreñimientos. Si la extrema izquierda no comparte el razonamiento del agente del ministerio público, tiene el derecho de hacer las alegaciones que desee, pero en ningún caso posee licencia para desatar la preocupante oleada de constreñimientos como los que se están registrando en contra de aquel servidor público.
Publicado: febrero 10 de 2022
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