A continuación presentamos un fragmento de la entrevista que realizó Salud Hernández a un cabecilla de las «disidencias» de FARC –según el panorama los únicos «disidentes» son los que están en el congreso- la cual resulta reveladora y preocupante sobre los nexos que podría tener Petro con el ELN para ganar las elecciones presidenciales del 2022 en Colombia
Guerrillero: una derecha colombiana, y que llegue un sector progresista llamémoslo alternativo. Se puede generar una nueva situación de poder avanzar hacia un proceso donde el ELN estaría dispuesto a un acuerdo.
Salud Hernández: Es decir, ¿Ustedes ven que el ELN quieren que Gustavo Petro llegue al poder?
Guerrillero: Sí, podría ser.
Salud Hernández: ¿Esa podría ser una de las razones de la guerra, de generar un clima de tensión para que la gente diga «mejor una propuesta que pueda negociar con esta gente»?
Guerrillero: Sí, claro. Es una salida.
Acorde a lo anterior ¿Será entonces Gustavo Petro el candidato de la subversión en Colombia?
Petro no es solo otro líder convencional de la izquierda latinoamericana; es un monstruo que si llegase al poder, no solo se rebelaría como el verdadero tirano sanguinario que es, sino que arrasaría con toda Colombia. Más que analizar su pasado que ya todo el país conoce, analizo el presente de Petro que lleva a lo siguiente.
En primer lugar, sus reacciones frente a los atentados terroristas cometidos por ELN, nunca les exige que paren – mientras escribo esta columna llega la noticia de un atentado en Saravena que produjo la muerte de una persona. Paso por las redes sociales de Petro y ¡Oh sorpresa! Ningún comentario de rechazo-.
En torno al último atentado del ELN en Cali, las palabras de Petro fueron que «El ELN quiere aprovechar el sentimiento de rechazo de la juventud hacia el gobierno por la masacre que desató. A la juventud popular le solicito no caer en esa trampa. No son las armas, son las urnas las que pueden producir el cambio. Las armas solo profundizan los problemas».
Lejos de expresar rechazo y repulsión por un acto tan atroz, parece más bien solo regaño, sugiriendo incluso que el ELN solo es oportunista, mientras que el Gobierno comete masacres. Evade por completo el término «terroristas» y así, son todas sus reacciones. En lugar de exigir y condenar al terrorismo, señala a Duque y promociona su candidatura diciendo que en su gobierno esto no pasará.
En segundo lugar, su incitación a la violencia urbana en días de caos, especialmente el 21 de noviembre de 2019, la ola de terrorismo urbano producto del asesinato de Javier Ordoñez y por lo último el reciente paro nacional.
En los tres episodios, la actividad de Petro en Twitter aumentó significativamente. Valdría la pena realizar un estudio riguroso que compare la actividad de Petro en Twitter en relación a violencia desatada, seguramente encontraría un vínculo directo. Haciendo una recopilación de trinos, tengo en mi poder al menos 25 que resultan bastante incendiarios.
Justo el día después que asesinaron a Ordoñez, Petro se dedicó a promover el vandalismo: «La gente ha salido a los barrios a rodear los CAI para protestar contra la violencia y el asesinato policial. Se pensó que la pandemia dormiría al pueblo, hoy se ha reiniciado el movimiento popular”. Como resultado ese día decenas de CAIS fueron incinerados en una ola de terrorismo urbano sin precedentes. Luego trinó una foto de un bus de Transmilenio incinerado acompañada del comentario «Incendio de bus de Transmilenio» como si fuera un trofeo.
En tercer lugar, la conformación de su lista al congreso donde presenta a personas dudosas como: Gustavo Bolívar, Iván Cepeda y Piedad Córdoba. Mientras el primero se ha referido públicamente a la policía como «malditos cerdos», los otros dos han estado en permanente contacto con los guerrilleros Sántrich y Márquez. Cepeda que apareció retratado en el computador de Raul Reyes como “camarada”, por ejemplo, tiene montado todo un litigio estratégico para desestabilizar la institucionalidad, promoviendo acciones jurídicas para impedir el tránsito de tropas norteamericanas por nuestro territorio, para limitar la capacidad de respuesta de las fuerzas del Estado y ha prometido acabar con el ESMAD. Y Piedad Córdoba de las entrañas del régimen de Nicolás Maduro y cercana a las Farc.
Mientras finalizo la columna me envían a WhatsApp para que denuncie una cuenta de twitter que pertenece a una radio al servicio del ELN llamada Antorchara, ingreso para denunciarla y lo primero que veo son replicas a trinos de Gustavo Petro. Dirán que es coincidencia.
Me quedo corto para plasmar la cercanía de Petro con la subversión. Asunto que en la comunidad internacional tienen muy claro Maria Elvira Salazar, congresista de los Estados Unidos del partido republicano, así como VOX en España, quienes lo han tildado de terrorista. Si esto ocurriera en Colombia, quien se atreviese sería forzado por la justicia -permeada por la extrema izquierda- a retractarse. Por lo pronto, cumplo con advertir lo que señalé en el inicio, no estamos solo frente a una izquierdista convencional sino ante un tirano, canalla, frívolo y expropiador camuflado.
Los invito a reflexionar que, como dice el refrán: «Si grazna como un pato, camina como un pato y se comporta como un pato, entonces, ¡Seguramente es un pato!».
@jarizabaletaf
Publicado: enero 23 de 2022
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