Acierta el candidato presidencial por el Movimiento de Salvación Nacional Enrique Gómez Martínez al decir que el sindicato de profesores ‘Fecode’ está destrozando el futuro de los niños colombianos.
Esa agremiación, que procede como un partido político de extrema izquierda, tiene el monopolio de la educación pública en Colombia. Sus directivos se encargan de trazar los contenidos académicos con los que se educan los niños del país.
Pero es evidente que ‘Fecode’ se concentra más en los asuntos ideológicos que en los de formación, desatendiendo estándares globales elementales como el bilingüismo y la capacitación en el manejo de las tecnologías de la información.
Es frustrante que los niños colombianos sean educados bajo modelos caducos implementados hace más de cinco décadas por cuenta del radicalismo mamerto de los señores de ‘Fecode’, sindicato que hay que acabar.
Las cabezas del sindicato se valen de esa estructura para hacer política. Nelson Alarcón, quien hasta hace poco fungió como presidente de esa organización ahora es aspirante al Senado de la República. En 2002, otro dirigente de ‘Fecode’, Tarsicio Mora también aspiró a un asiento en el legislativo.
Alarcón es reconocido por su militancia política y no por su labor como supuesto educador.
Las cifras hablan por si mismas. Menos del 1% de los colegios públicos de Colombia están en la lista de aquellos con estándares superiores o muy superiores de educación, una cifra que es perfectamente alarmante y que obliga a que el asunto de ‘Fecode’ sea incorporado en la agenda del debate político colombiano, de cara a las elecciones presidenciales.
Los candidatos, por aquello de la corrección política, evitan referirse al asunto, pues les temen a los más de 270 mil afiliados que tiene ese sindicato. La excepción ha sido Gómez Martínez quien no duda en llamar a esa organización con el nombre de “me jode”.
En múltiples intervenciones, el candidato de Salvación Nacional ha señalado que el nivel de escolaridad de los niños educados por ‘Fecode’ es analfabetismo funcional, con bajísima capacidad de comprensión de lectura y sin mayores destrezas en matemáticas básicas.
Acertadamente, Gómez asegura que la educación colombiana está “secuestrada” por ‘Fecode’.
Hace más de un siglo, los países escandinavos comprendieron que la fórmula del progreso estaba en la educación de sus niños. Suplieron la falta de recursos naturales y las duras circunstancias climatológicas formando a sus futuras generaciones para ser competitivos.
Mientras ‘Fecode’ siga controlando con mano de hierro estalinista la educación de los menores, Colombia seguirá hundida en el fango del subdesarrollo.
Publicado: enero 23 de 2022
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