Diciembre no sería diciembre sin la puja anual para determinar el aumento del salario mínimo. Un tire y afloje entre empresarios y trabajadores que casi nunca llega a buen término y donde el Gobierno usualmente fija el monto por Decreto.
Y no es para menos. El salario mínimo termina siendo un factor clave para determinar la capacidad adquisitiva de los hogares y el incremento en los costos de producción de las empresas. Por eso, lograr ese punto medio es tan importante y, a la vez, tan difícil.
Si vemos lo que ha sucedido en este Gobierno, los últimos años se han logrado los aumentos reales más altos del salario mínimo en casi tres décadas, dado que lo importante en esta ecuación no es cuánto porcentaje incrementa como tal, sino cuántos puntos adicionales a la inflación tiene a favor el trabajador.
Por ejemplo, si la inflación del año es del 4% y el salario varía un 4.5%, el incremento real del mínimo es del 0.5%, dado que se debe descontar el alza en el costo de vida. Esto fue lo que sucedió, entre otros casos, en 2016, donde el salario aumentó un 7% pero la inflación fue del 6.8%, con lo cual, en últimas, la diferencia fue de un escaso 0.2%.
En este contexto, de 2018 a 2020, bajo esta administración, los aumentos reales oscilaron entre el 1.8% y el 2.8, un monto realmente histórico. Sin embargo, lo que pasará en este diciembre es realmente especial.
Por un lado, el rebote económico post pandemia ha sido realmente positivo y las proyecciones de crecimiento ya rondan el 10%, lo que haría pensar en que las condiciones están dadas para que el mínimo supere el tope del millón de pesos.
Sin embargo, por otro lado, no se nos puede olvidar que el sector empresarial ya se comprometió a realizar un fuerte esfuerzo en la Ley de Inversión Social, donde la tarifa de renta corporativa pasará del 30% al 35% y el descuento del ICA no subirá al 100% sino que se quedará en el 50%, algo que representa unos $10.6 billones anuales.
Además, la inflación anual a corte de octubre ya se ubicaba en el 4.58%, con lo cual el incremento del salario no puede ser inferior a ese monto. Seguramente este indicador rondará entre el 5% y 6% a finales de diciembre, por lo que la gran pregunta es cuántos puntos adicionales están dispuestos a dar las empresas.
Algunos candidatos han sostenido que el mínimo debería subir entre un 10% y 12%, lo que representaría entre 4 y 6 puntos de incremento real. Algo que nunca se ha visto en el País. Lo importante, al fin y al cabo, es tratar de lograr ese anhelado consenso sin poner en peligro las condiciones para seguir generando empleo en Colombia, el cual se ha recuperado notablemente a lo largo de este segundo semestre.
Publicado: diciembre 3 de 2021
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