Allende, fue el engendro legítimo de factores políticos diversos, ricos en trascendencia y en capacidad de proyección política. Allende, fue principalmente el resultado de los errores políticos cometidos por los sectores democráticos y no por los aciertos de los marxistas (Ver: Al Rescate de Chile, de Eudocio Ravines, 1974).
Es necesario ubicarse en el contexto histórico para explicar el porqué de la llegada de Allende al poder, en medio de una sociedad chilena que se consideraba como culta – si los chilenos se consideraban el pueblo más culto de América, según sus propias palabras, porqué eligieron a Boric –.
Chile, se encontraba permeado por todo aquello del marxismo cultural de la época teniendo en cuenta que se vivía una guerra fría en la zona entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.
En efecto, Moscú utilizó como cabeza de playa a la isla de Cuba para penetrar a largo plazo a la región latinoamericana con el fin de convertirla en el principal enemigo político de los Estados Unidos.
Y, así fue.
La llegada de Allende al poder no fue de la noche a la mañana.
Fue el resultado de un largo proceso de desestabilización social, política, democrática, la combinación de las formas de lucha, en la región que comenzó con el vertiginoso ascenso de Jacobo Árbenz en Guatemala.
Porque, según Gramsci, cuando no estamos en el poder el objetivo debe ser utilizar las diferentes formas de lucha para desestabilizar la democracia, no importa cuál sea.
Petro, por ejemplo, cuando perdió las elecciones frente a Duque lo que hizo fue llamar a las calles. Y, lo hizo. Y, así estamos.
La llegada de Allende se dio en medio de una serie de circunstancias más ajenas a su propia voluntad.
No, en atención a sus dotes de dirigente o elocuente orador.
Porque no lo era.
No, como consecuencia de un abrumador caudal de votos.
Porque no los tuvo.
Allende, al igual que Petro, fue un médico que supo acomodarse a los vaivenes del poder comunista según la circunstancia.
Fue consistente pero muy poco coherente.
Más bien, oportunista como Boric.
Al final, qué importa la coherencia con el fin de tomarse el poder.
Al igual que a Petro, le limpiaron el camino gracias al ablandamiento psicológico de la mentalidad del pueblo chileno.
Al igual que Boric, y Petro, llegó al poder más por cuenta de lo que Santiago Abascal de Vox denomina la derecha cobarde que no fija posiciones claras y contundentes.
Progresivamente, al pueblo chileno, al igual que al colombiano, lo fueron llenando de un sentimiento de culpa y un resentimiento social frente a todo lo que estaba sucediendo.
Los chilenos, al igual que el Centro Democrático, capitularon frente a los feroces ataques de los marxistas radicales.
A lo anterior, se le sumó una marejada de movimientos de centro izquierda que afloraron dentro del espectro político para atacar a la débil sociedad chilena quien no supo cómo defenderse.
Junto con el ascenso de la clase marxista camuflada al mejor estilo de las diferentes formas de lucha: Academia, matrices de opinión, Sindicatos, Iglesia Católica transformada por la teología de la revolución, democracia cristiana, social demócrata y demás.
¿Les parece familiar la puesta en escena?
Como dirían los gramcianos, en Colombia, como nunca antes, las condiciones objetivas están dadas para llegada de Petro al poder por cuenta de nuestros propios errores, por jugar a lo políticamente correcto.
Puntilla: Felipe Zuleta Lleras en Blu Radio se queja de lo mal que se encuentra Bogotá bajo Claudia y su foulard, pero que yo recuerde fue de los primeros en apoyarla para su elección. Valiente, coherencia.
Rafael Gómez Martínez
Publicado: diciembre 28 de 2021
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