Mirar hacia adelante y construir. Ese es el nombre del juego para el uribismo luego de la designación del doctor Óscar Iván Zuluaga como candidato presidencial del Centro Democrático.
Falta mucho camino por recorrer. La campaña presidencial en Colombia, por cuenta de las nuevas circunstancias y la proliferación de candidaturas independientes, se convirtió en un proceso con 3 vueltas. La primera con ocasión de las consultas interpartidistas, donde se selecciona al candidato de las distintas coaliciones. Luego, viene la primera y en la segunda pasan los dos con mayor votación.
Zuluaga es, de lejos, el candidato con más experiencia y mayor entidad política de todos los que estaban compitiendo por la candidatura. El papel de María Fernanda Cabal en la precandidatura fue sorprendente. Logró cautivar a un amplísimo sector del uribismo, trabajo que en ningún caso puede ser desperdiciado. El anuncio de que será la cabeza de lista del Centro Democrático al senado es alentador. Ella es la vocera de unas ideas que comparte buena parte de la militancia del partido uribista.
A Zuluaga le espera una dura tarea. Además de convocar a todo el uribismo, le corresponde empezar a tender los puentes con los demás integrantes de la llamada ‘coalición de la esperanza’ con el fin de fijar las condiciones básicas que conduzca a una consulta de la que salga un candidato único que llegue a la primera vuelta con el respaldo de todos los sectores que participen en la misma.
El uribismo está más fuerte que nunca. El proceso de elección del candidato del Centro Democrático gozó de garantías y fue transparente. Las reglas de juego fueron fijadas por los 5 precandidatos quienes, a su vez, tuvieron veedores que certificaran la legitimidad de las mismas.
La política tiene sus tiempos y sus dinámicas. Hasta ahora, había una precampaña en el uribismo. Zuluaga, en aras de evitar fraccionamientos internos, seguramente integrará a su programa político muchas de las iniciativas y propuestas que en su momento plantearon sus 4 contendores. La política grande no puede ser vista como un ejercicio en el que hay vencedores y vencidos. En el proceso uribista, además de Zuluaga, el gran ganador fue el Centro Democrático como partido de gobierno.
Otro asunto que no puede soslayarse y que va muy de la mano en la misión de fortalecer al Centro Democrático tiene que ver con las listas al Congreso. Surge el debate eterno sobre la condición de las mismas. Si deben ser cerradas o con voto preferente. Aquella es una asignatura pendiente en la que el candidato Zuluaga ejercerá un importante liderazgo.
Lo cierto es que, con la designación de Zuluaga, el uribismo acertó y dio un paso en el sentido correcto. Ahora sí: que empiece la campaña.
Publicado: noviembre 23 de 2021
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3.5
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