En días pasados la Alcaldesa Claudia López, fiel a su ya conocida política de buscar culpables a los resultados de su desgobierno, salió a criticar en Twitter al Concejo de Bogotá, afirmando que era culpa de los cabildantes que, habiendo pasado 73 días de trámite, no habían empezado el debate y la votación del proyecto de revisión del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá.
Han sido ya varios los ataques que Claudia ha propinado al Concejo, pero lo que no ha dicho abiertamente es como al interior de la Corporación ha habido una fracción de su propia bancada, mayoritaria, que hoy no tiene más unión que la de un color verde que parece irse marchitando.
Desde que se radicó este proyecto, que es tan importante para la ciudad, la misma ciudadanía alzó su voz en contra de muchas propuestas, que se hicieron llamar concertadas, pero que en realidad solo reflejaban algunos caprichos de la mandataria de la ciudad. Alcaldesa, recuerde que cuando se radicó la propuesta de revisión del POT, desde el Concejo iniciamos una ardua labor para dar a conocer a la ciudadanía este proyecto.
En el Concejo realizamos además un cabildo abierto en dos sesiones; en la Comisión Primera Permanente del Plan igualmente se llevaron a cabo cuatro sesiones por fuera de la ciudad en diferentes puntos cardinales con la finalidad de escuchar lo que los habitantes y moradores solicitaban para sus territorios; y eso Alcalcesa hace parte de lo que es el debate normal de un Plan de Ordenamiento Territorial.
Entonces Alcaldesa, como es de costumbre usted nuevamente miente y pretende confundir, porque durante esos 73 días hicimos aquello que era obligatorio por Ley, pero también quisimos legitimar la propuesta de POT, algo que le recuerdo, es necesario para alcanzar un conceso de ciudad.
Desafortunadamente, durante las últimas semanas, cuando entrabamos en una fase final y decisiva, correspondiente al trámite y votación del proyecto de acuerdo de revisión del POT, fuimos sorprendidos por una serie de circunstancias, que son totalmente ajenas a nuestra corporación, y que han suspendido el debate hasta el día de hoy.
Estoy hablando entonces de las recusaciones que infundadamente se presentaron en contra de los cuarenta y cinco concejales de Bogotá, así como de algunos impedimentos que surgieron, a raíz de acciones de tutela que fueron presentadas en contra del trámite que venía realizando la Corporación. Alcaldesa, no es hora de echarle la culpa a los cabildantes, quienes hemos trabajado juiciosamente en los últimos meses, fines de semana y hasta altas horas de la noche, buscando ese consenso ciudadano que requiere la ciudad, es hora de que usted asuma la responsabilidad política por no saber manejar su bancada.
Se vaticinaba, al inicio del mes de septiembre, que el Proyecto de revisión del POT iba a ser aprobado por las “supuestas mayorías” que tenía en la corporación, pero cuando llegó el momento decisivo, su mismo partido le dio la espalda; y tuvo que ser acallada la voz de los disidentes, aplicando de forma irresponsable el voto por bancada.
Fue tal el rechazo de su partido, que tuvo que enviar al Secretario de Gobierno para intentar persuadir a algunos concejales, con tan mala suerte, que el remedio fue peor que la enfermedad, generando mayores críticas a las ya existentes al proyecto.
Creo que en sus afirmaciones, usted nuca ha sido trasparente con la ciudad. El “sabotaje” que usted tanto denuncia, primero, tiene por causa esa falta de concertación que usted tiene con su partido, y en segundo lugar, dejar claro, que esas “jugadas”, únicamente le convienen a usted.
Si las cosas continúan así en el Concejo, vencidos los noventa días que nos da la Ley para estudiar y aprobar el proyecto de revisión del POT, usted tendrá esa facultad de expedirlo por Decreto, algo que resultará absolutamente contraproducente para la democracia de la ciudad. La voz de la corporación ha sido unánime: la ciudad no soporta una imposición más de su parte, ya fue suficiente de su falta de gobernabilidad y de sus constantes peleas cazadas con el Gobierno Nacional para excusarse de sus mismos errores.
Bogotá es una ciudad que merece respeto y nuestros electores esperan la mejor decisión para el desarrollo de la ciudad, no más con las chambonadas urbanísticas y las burlas a la seguridad. Por ello esperamos, que a ese desgobierno que hemos vivido, no se sume a una “dictadura de los sabotajes”.
Bogotá necesita un POT, claro que sí, pero no así.
Publicado: noviembre 28 de 2021
3.5