La dictadura del POT

La dictadura del POT

Al mejor estilo de un régimen medieval o una dictadura, Claudia López quiere imponer a las malas su peligrosa propuesta de POT. Como si se tratara de un texto sagrado, aquel que objete su contenido debe ser sometido al escarnio público y reprendido ejemplarmente. Acá no hay espacio de discusión, solo proceden los halagos para la adalid de la lucha contra la corrupción.

¡Cómo se atreven los Concejales a cuestionar la sabiduría que ilumina el POT!

¡Impuros aquellos que tienen la osadía de no actuar con sumisa obediencia ante su Majestad!

¡Infames los cabildantes que presentan proposiciones y no quieren votar en bloque!

¡Temerarios los Concejales que defienden la ALO Norte, la construcción de vivienda y se oponen a expandir la burocracia creando 13 localidades más!

¡Mandad a la hoguera a los cuatro traidores de la Alianza Verde que desobedecen los caprichos del Distrito!

La que tanto pregonaba de tolerante en el Congreso y que hacía ronda de medios hablando mal de la politiquería, resultó siendo peor que cualquiera de sus némesis. La que promovió su candidatura a costa de una consulta anticorrupción que le costó $300.000 millones al erario público, aterrizó al Palacio de Liévano para querer arrodillar al Concejo y convertirlo en su notario de turno.

Afortunadamente para Claudia, y desafortunadamente para la ciudad, si algo aprendió Luis Ernesto Gómez como Viceministro del Interior del Gobierno Santos es a hacer lo que quiere con las corporaciones y sacar los proyectos a como dé lugar. Fiel pupilo de Juan Fernando Cristo y honroso coequipero de Guillermo Rivera, quien hoy lo vigila con la firmeza propia de una gelatina, la pisada de Gómez por los pasillos del Cabildo anticipa el escarnio público al que se someterá la oveja descarriada que no vote como quiere su Majestad.

Acá no es importante evitar que Bogotá siga siendo una de las ciudades con la mayor densidad habitacional del mundo, ni prevenir que se impongan los fallidos bicicarriles por las principales vías de la capital, ni defender la ALO Norte para aliviar la conectividad vial con la sabana, ni evitar que se incrementen en un 65% los costos de funcionamiento de las localidades y mucho menos detener la expulsión de las familias pobres a los municipios aledaños ante el elevado costo del metro cuadrado por la falta de terrenos disponibles para construir hacia el noroccidente.

Acá lo único que importa es que la camaleónica Alcaldesa que hoy nos desgobierna pueda subir un tweet diciendo que se aprobó el POT más verde posible. El mismo verde con que está pintando de la manera más ordinaria posible 11 puentes con el módico costo de $3.205 millones. Una insignificante pequeñez comparada con la radiante grandeza de una administración cuyo legado se resume en huecos, inseguridad y mentiras.

@LuisFerCruz12

Publicado: noviembre 17 de 2021

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