Hace 16 años, cuando íbamos a Barranquilla, lo hacíamos porque tocaba. ‘Curramba’ estaba llena de problemas, sin infraestructura, sucia, dejada, abandonada. En ese entonces, la ciudad había sido tomada por un populismo que con discurso de odio y resentimiento, se había apoderado de ella.
En esa oscura situación, un joven líder empresarial, soñador y hacedor, dio un paso que resultaría histórico para Barranquilla: Alex Char Chaljub se lanzó y fue elegido alcalde de ‘La Puerta de Oro’. Esa, su primera alcaldía, fue la cuota inicial de un proceso imparable, de un verdadero cambio. Él demostró que primero hay que soñar con el cambio y a renglón seguido, hay que hacerlo.
De la mano de Alex, de su liderazgo y de su visión, Barranquilla empezó a transformarse; primero, ordenó la casa, garantizó el recaudo de las finanzas públicas y administró como debe ser: pensando en los ciudadanos y su bienestar. Después invirtió en lo que, siendo básico y lógico, no se había hecho: salud, educación y servicios públicos. Hoy el sistema de salud funciona de maravilla y es ejemplo que vienen a estudiar desde todos lo rincones de Colombia. Mejoró y garantizó para todos, la prestación de los servicios públicos que, antes de Alex, eran un privilegio.
El proceso no paró ahí; la visión empresarial de Alex lo llevó a liderar una revolución de infraestructura: nuevas vías, mantenimiento de las existentes, crecimiento planificado y atractivos fiscales para que empresarios e inversionistas llegaran a crear empleo y desarrollo para los Barranquilleros. Ese proceso resultó imparable gracias a un modelo que se despojó de complejos, alzó la cara, volvió a mirar al río Magdalena, organizó juegos de talla mundial, internacionalizó el carnaval, se volvió la casa de nuestra selección, miró de frente a las grandes capitales y les compite de tu a tu.
Esa es la ciudad soñada por Alex para los barranquilleros y para los colombianos, que hoy, pujante, tiene los mejores números en empleo, inversión y desarrollo económico. Ese mismo Alex que la soñó y transformó es el que bate récords de favorabilidad y fue el mejor alcalde del mundo, ¿o cuál otro ha logrado terminar su segundo periodo de gobierno en un 97 % de imagen positiva y de aprobación a su gestión?
Ese es el Alex Char que hoy, en una Colombia que busca nuevos liderazgos, probados, experimentados, jugados y cumplidos, ha anunciado que será candidato presidencial y que sueña con llevar al país a la misma transformación que ya logró en su tierra. Estábamos a la espera de que, desde el país real, surgiera una fórmula que pueda llevarnos a ese sueño, esa transformación que demostró que es posible por lo que vemos y disfrutamos en una ‘Arenosa’, que queremos, que nos atrae, que es atractiva, próspera y quiere seguir creciendo.
Por todo eso, porque los hechos hablan por sí solos, es que creo que Alex Char es el que puede enfrentar la amenaza populista que pretende arrastrarnos a la catástrofe. Char, como le dicen en el resto de Colombia; Alex, como le decimos en el Caribe, es el punto de unión que aglutina a los ciudadanos de a pie que lo quieren y lo siguen como un líder que los entiende, que no los defrauda, que les cumple.
Pero, Alex también congrega a ex mandatarios con experiencia y ejecutorias, integra liderazgos políticos y geográficos, une a los sectores de la centro derecha y la centro izquierda, conecta a las representaciones sociales y las fuerzas vivas como formula para enfrentar una elección en la que Colombia se juega la permanencia en la democracia o el abismo de la dictadura populista.
Alex Char hizo su anuncio e inmediatamente pateó el tablero electoral colombiano y lo hizo como solo él sabe: dándole orden y logrando, con un movimiento, acercar a las estrellas de Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca y otros territorios para armar un solo equipo que trabaje en una consulta que nos invite a soñar en una Colombia sin odios, moderna, transformada y pujante. Ya lo hizo con Barranquilla, ahora, es por Colombia.
Publicado: noviembre 19 de 2021
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