No es ninguna sorpresa la actitud de Iván Cepeda al enterarse que el Fiscal compulsaba copias a la sala de instrucción de la Corte Suprema. Su confianza excesiva deriva de la licencia que siempre ha tenido para enmarañarse con los peores criminales del país, sin ninguna consecuencia. ¿Sabrá Cepeda su posibilidad de ser extraditado por obstrucción a la justicia estadounidense y delinquir como presunto visitante de cárceles? ¿Continuará riendo después de eso?
La naturaleza de este hombre es reírse, en especial cuando lo hemos visto abrazado a personajes cuestionables como Sántrich e Iván Márquez; sin mencionar sus retratos como camarada de Raúl Reyes, encontrados en los computadores de este último. Si se preguntara a cualquier colombiano qué ha llevado a Iván Cepeda a destacarse en el ámbito político nacional, sin duda se haría alusión a su obsesión por meter preso a Uribe y a su extrema cercanía con la subversión. Nada más. A lo mejor esos dos asuntos están atados con sus propósitos. Miremos:
En primer lugar está el tour carcelario para encarcelar a Uribe. La fiscalía concluyó que Iván Cepeda ha hecho todo un tour carcelario en búsqueda de testimonios de exparamilitares para incriminar al expresidente. Ha visitado cárceles en Colombia y alrededor del mundo, completamente sesgado por un odio ciego hacia Uribe.
Bajo el mismo propósito ha acudido a altos cabecillas como Mancuso y el Tuso Sierra, sin éxito alguno. Ha tratado hasta con bandidos de medio pelo como Monsalve a quien ha visitado no menos de 10 veces. Esto llevó a que, en el año 2012, el expresidente Uribe denunciara a Iván Cepeda ante la Corte Suprema de Justicia. Posteriormente, en el año 2013, contando con nuevas pruebas, Uribe amplió la denuncia contra Cepeda, con esperanza de obtener un mínimo de justicia.
Pasados los años, ya en el 2018, sucedió lo impensable: la Corte Suprema convirtió a Cepeda en víctima, se abstuvo de investigarlo y enfiló sus fichas contra Álvaro Uribe. Para darle vida al caso utilizaron la versión del delincuente común, Juan Monsalve –el mismo que fue visitado en múltiples ocasiones por Iván Cepeda–, con la asistencia jurídica del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo. Sí, Cepeda y Monsalve con los mismos abogados.
De lo segundo resulta necesario ahondar mucho, pues el país ya conoce de sobra la cercanía que mantiene Iván Cepeda con la subversión. Con respecto al padre, es un tema no se mencionará, pues no es mi estilo señalar familias. Por ende se resaltará lo que a él estrictamente concierne:
- Cepeda apareció retratado en los computadores de Raúl Reyes como «camarada».
- Se le vio recibiendo llamadas a su celular del hoy prófugo “Iván Márquez”, mientras estaba en el congreso.
- Públicamente se solidarizó con Jesús Sántrich, e hizo un gran activismo político y judicial en pro del terrorista.
Ante esta coyuntura y lo que el país conoce, seguramente esas risas que revela Cepeda más que de burlas son de nervios. No es secreto para nadie que los colombianos están al tanto de su agenda, sus amistades, sus artimañas y pretensiones. En especial cuando quienes asumirían el conocimiento podrían ser conjueces, en lugar de sus amigos del Cartel de la Toga quienes hasta ahora lo han blindado.
Publicado: agosto 15 de 2021
¿En donde dice Ud. del incidente con Lara por querer involucrar a los hijos de Uribe?
5
4.5