Para nadie es nuevo ni puede resultar sorprendente que Venezuela sea un país promotor y encubridor del terrorismo internacional. La dictadura chavista, desde siempre, ha sido una aliada de estructuras terroristas como las Farc, el ELN y Hezbollah.
En el estupendo libro del periodista Antonio Salas, intitulado El Palestino, se narra de manera detallada y documentada el maridaje del socialismo del siglo XXI con el narcotráfico y el terrorismo.
En el computador de alias Raúl Reyes reposan las evidencias de la alianza Farc-Venezuela. En su momento, uno de los hombre fuertes del régimen de Hugo Chávez, el entonces ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacín, sostuvo un prolífico intercambio de mensajes con Reyes tal y como quedó probado y validado por un informe técnico elaborado por Interpol. Un ejemplo de la confianza entre Reyes y Rodríguez se encuentra en un email que el exministro chavista le envió al jefe terrorista el 9 de enero de 2000: “Apreciado Raúl: recibe un fuerte abrazo y la seguridad de mi afecto y consideración… Mañana lunes me voy a quitar el yeso y me pondrán otro que me permita caminar, por lo que ya puedo pensar en un viaje para la zona de los claveles para coordinar con el Mono [Jojoy] lo de los detenidos [secuestrados] pues el tiempo pasa y creo que esa situación es posible solucionarla rápidamente a entera satisfacción de las partes. Igualmente, dentro de lo posible, aprovecharía para saludar personalmente a ti como a Manuel [Tirofijo], personas por las que siento alta estima y me gustaría cambiar opiniones. Un cordial saludo extensivo a los colegas y reitero mi más alta estima y consideración hacia ustedes. RR”.
Dos días después, Raúl Reyes respondió el mensaje en los siguientes términos: “Estimado Ramón. Fraterno y bolivariano saludo, con los deseos de pronta recuperación para verlo de nuevo por estos lados… Existe absoluta identidad en la importancia de su venida hasta acá para solucionar definitivamente lo pendiente de la gente de ambos lados [el intercambio que proponía las Farc de presos de esa guerrilla por secuestrados en manos de ellos]… Soy portador del saludo del camarada Manuel [Tirofijo] para su jefe [Hugo Chávez] y para usted y agradece su saludo, lo mismo Jorge [Mono Jojoy]…”.
En 2010, al final del gobierno del presidente Uribe, Colombia presentó a la OEA evidencias incuestionables de la protección que las Farc recibían de Venezuela. Videos, testimonios, fotografías que probaban que más de 1500 terroristas eran cobijados por la dictadura chavista.
Dos años antes de esa denuncia ante el organismo multilateral, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó -septiembre de 2008- a Rodríguez Chacín en la denominada Lista Clinton. La decisión fue sustentada en los siguientes términos: “Ramón Emilio Rodríguez Chacín es el principal agente del gobierno venezolano para proveer armas a las Farc. Las Farc utilizan las ganancias que obtienen de la venta de narcóticos para comprarle armas al gobierno venezolano. Rodríguez Chacín ha mantenido numerosas reuniones con miembros de las Farc, una de las cuales tuvo lugar en el Palacio de Miraflores a finales de 2007. Rodríguez Cachcín también ha ayudado a las Farc al tramitar un préstamos de $250 millones de dólares del gobierno venezolano a las Farc. No podemos confirmar si el préstamo se materializó”.
Luego de la supuesta desmovilización de las Farc, las denominadas “disidencias” de esa banda terrorista” encontraron en Venezuela un maravilloso refugio.
Hace algunos meses, el periódico español ABC publicó una denuncia elevada por el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó en la que se corroboró que en el estado de Apure estaban los campamentos de los cabecillas del narcoterrorismo, todos estos protegidos por las fuerzas armadas al servicio de la dictadura.
La presencia de las Farc, al mando de Iván Márquez ha desembocado en el desplazamiento de más de 3 mil campesinos venezolanos que se han visto obligados a huir de la región en la que los terroristas ejercen un control absoluto.
Todo está servido para que el gobierno de los Estados Unidos, que tiene unos protocolos muy rigurosos, evalúe la solicitud presentada formalmente por el presidente Iván Duque para efectos de que Venezuela sea declarado como país promotor del terrorismo. Las pruebas no son nuevas. Los antecedentes abundan y los hechos son incontrastables. El nuevo embajador en Washington, Juan Carlos Pinzón cuenta con todos elementos para lograr ese cometido.
Publicado: julio 28 de 2021
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