Las cifras son muy alentadoras. Al momento de escribir esta columna, el gobierno del presidente Iván Duque reveló el número de compatriotas que han sido vacunados. Hasta el momento se han aplicado cerca de 21.5 millones de vacunas. 12.6 millones corresponden a primera dosis, 8 millones a segunda dosis y poco más de 800 mil, que son de una sola dosis y que hacen parte de las 2.5 millones de ‘Johnson & Johnson’ que fueron donadas por el gobierno de los Estados Unidos.
Algo que es digno de aplauso, es la logística desarrollada para mantener el flujo de vacunas. Permanentemente, los distintos laboratorios están despachando los pedidos para efectos de garantizar que la inmunización se haga de acuerdo a los plazos establecidos.
La solidaridad, el sentido de patria y la consciencia han sido fundamentales para lucha que libramos en contra de la pandemia. Mientras unos pocos le apuestan al caos, a la destrucción y a la muerte, la inmensa mayoría de colombianos hemos unido esfuerzos, voluntades y anhelos para salir adelante, siempre pensando en salvar vidas.
Todos los sectores han sido afectados por la pandemia. Se podrán contar con los dedos de una mano los que pueden decir que esta crisis no los ha afectado.
El sector empresarial ha tenido que hacerle frente, sin dudas, a la más dura situación en muchos años. Miles de empresas no soportaron y se vieron forzadas a cerrar. Otras, tuvieron que reducir sus plantas de empleados y muchas más reenfocaron su modelo de negocios para acomodarse a esta nueva realidad.
Empiezo por recoger el concepto de expertos en el sentido de que la vacuna no es la solución absoluta de la pandemia. Hace un aporte significativo y ayuda a ralentizar la expansión. Entre más personas se inmunicen la ferocidad del COVID-19 será menor. Lo que no significa que la amenaza desaparezca. Por eso, vemos casos de personas completamente vacunadas que han resultado contagiadas y algunas gravemente afectadas, al punto de que existe evidencia de fatalidades.
Cuando afloran las vicisitudes, la solidaridad debe asumir la rectoría. Aplaudo el gigantesco esfuerzo que ha hecho el sector privado para ayudar a que la vacunación se cumpla rápidamente. Un millón y medio de vacunas fueron compradas por los empresarios que, además, se han comprometido a asumir los costos de inoculación. Su objetivo: vacunar a sus empleados y los familiares inmediatos de aquellos. Una tarea monumental que merece todo el reconocimiento posible.
“De esta salimos juntos” es una frase que hemos escuchado desde hace muchos meses. Pero es mucho más que una consigna de aliento. Saldremos juntos si nos ponemos manos a la obra, si nos unimos para alcanzar propósitos superiores. Queremos recuperar la tranquilidad social, deseamos que la economía se reactive, soñamos con retomar nuestras viejas costumbres y hábitos. Pero para que todo ello pueda ser una realidad, es primordial romper la dinámica de la pandemia. La vacunación es el paso fundamental y qué bello ejemplo el que han dado los empresarios que, a pesar de sus apuros económicos, no han dudado un instante en asumir los costos necesarios para vacunar a sus empleados, colaboradores y compañeros.
Publicado: julio 12 de 2021
3.5