El presidente Duque está en mora de ordenar de manera perentoria la suspensión de las simulaciones que viene haciendo la Superintendencia Financiera con las mal llamadas criptomonedas, entre ellas el Bitcoin, quebrantando el orden legal, monetario, cambiario y crediticio, y, además, promoviendo una economía oscura, espuria e insostenible que ya ha afectado y expoliado a cientos de miles de ciudadanos en todo el mundo.
No son pocos los inversionistas asaltados en su buena fe con estos engendros que cautivan la atención de ingenuos e incautos, así como de ambiciosos burgueses, quienes por ignorar la ciencia y pretender obtener jugosas rentas sin trabajar, invierten sus ahorros y fortunas heredadas en estos señuelos, que al final, solo producen pérdidas, frustración y desengaño.
Tampoco son pocas las denuncias penales interpuestas por ocasionales compradores de Bitcoin, que se sienten estafados al ver que día a día estos adefesios causan mayor rechazo y repudio. Los desencuentros y reclamos contractuales derivados de la compraventa de estos esperpentos, está causando congestión y hacinamiento judicial, e inclusive, provocando que algunos compradores apelen a vías de hecho parte tratar de recuperar lo perdido.
No debe extrañar, que el Banco Mundial le haya negado de manera rotunda respaldo a la República de El Salvador por haber acogido el Bitcoin como medio de pago, y, además, que le haya advertido sobre los graves riesgos e implicaciones que esta decisión comporta para la nación centroamericana, lo que de seguro la convertirá en un nuevo paria en el sistema mundial de pago.
Tampoco debe extrañar, que el parlamento de El Salvador controlado por el extravagante presidente Nayib Bukele, haya adoptado el Bitcoin como moneda oficial, mediante una decisión intempestiva huérfana de debate, fundamentos y argumentos, por lo que los expertos la califican de anárquica y absolutamente inviable.
Con frecuencia en conferencias, consultas, clases y tertulias me preguntan: ¿Usted qué opina del Bitcoin?
Así respondo: “Ningún esquema financiero o monetario, físico, lógico o virtual, es sostenible, si depende de captaciones futuras e inciertas. Ningún medio de pago, papel moneda o nomenclatura liberatoria de bienes y servicios es corriente y sostenible, si su emisión no está afincada en activos subyacentes monetizables.”
Luego agrego: “El llamado Blockchain (cadena articulada), que es un sistema de seguridad de trazo continuo, que es inmune a la accesibilidad y no permite alteración, modificación o deformación de una base de datos, nada tiene que ver con el Bitcoin, ni con las mal llamadas monedas encriptadas.”
Y concluyo diciendo: “El mundo ingenuo e incauto le sigue creyendo a Charles Ponzi, truculento embaucador, padre de los carruseles y las pirámides financieras. Es cierto que algunos tempranamente pueden derivar significativos ingresos especulativos con la compra y rápida venta de estos viejos engendros, tal y como sucede en todos los carruseles y pirámides financieras, pero los que se queden con ellos, cuando llega la corrida o asonada financiera, son sencillamente estafados.”
De la ciencia no se debe dudar, de los piratas financieros sí. Esperpentos como el llamado Bitcoin, ni son nuevos ni novedosos; sencillamente son un ropaje para tratar de asignarle valor a lo que no tiene, habida cuenta que quien funge de emisor carece de autoridad, autorización y respaldo, y pretende sustituir a los bancos centrales, quienes sí cuentan con activos para soportar el volumen de medios de pago que emiten y circulan en una nación o mercado.
No se debe olvidar, que para emitir dinero (imprimir billetes y acuñar monedas), los bancos centrales deben adquirir y disponer de activos ciertos o ponderables, que es lo que generalmente se denomina la base monetaria. De no existir esa base monetaria conformada por esos bienes, la emisión resulta abusiva y causa inflación y por ende, devaluación, aumento de precios y pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
Para evitar excesos y abusos en la emisión de dinero, los bancos centrales deben ser instituciones independientes de los gobernantes, de manera que su política monetaria no esté supeditada al querer y la voluntad de ellos, como tampoco de la necesidad de recursos para fondear programas de gobierno.
Infortunadamente ha sido frecuente, que tanto dictadores como gobernantes abusivos, desconozcan la autonomía de los bancos centrales y se hayan hecho a su control para emitir dinero, bien de manera abusiva o bien furtiva. Los hermanos Castro, Chávez y Maduro y los presidentes populistas que han asolado Argentina han apelado a esta práctica que solo causa inflación, desempleo, pauperización y más pobreza.
Causa hilaridad escuchar, como algunos jóvenes desinformados y despistados defienden la circulación de las llamadas criptomonedas a lo que llaman progresismo monetario, cuando en realidad es anarquía económica pura. Valdría la pena que estos bisoños recibieran una clase de Moneda & Banca para que se percataran, cuales fueron las razones y fundamentos que llevaron a William III, Rey de Inglaterra, para ordenar mediante el Tunnage Act la creación del primer banco central, denominado Governor and Company of the Bank of England.
Presidente Duque, respetuosamente le reitero, usted está en mora de ordenar de manera perentoria la suspensión de las peligrosas modelizaciones que viene adelantando la Superfinanciera con las mal llamadas criptomonedas, entre ellas, el Bitcoin. El presidente Duque, ordene de inmediato suspender estos nocivos embelecos.
Publicado: julio 12 de 2021
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*Rafael Rodríguez-Jaraba. Abogado Esp. Mg. Litigante. Consultor Jurídico. Asesor Corporativo. Conjuez. Árbitro Nacional e Internacional en Derecho. Profesor de Derecho Financiero. Miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia.
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