Desde que el populismo radical entró a la Gobernación del Magdalena a través de Carlos Caicedo, jefe de la Banda Caicedo; el departamento se convirtió en un territorio lleno de incongruencias, en donde quien gobierna dice una cosa pero hace otra. ¡El rey de la mentira!
El jefe de la Banda Caicedo, Carlos Caicedo; se ha jactado de que su origen político es en el sector de la educación. Él siempre registra en su hoja de vida procesos formativos con pueblos indígenas para la época en la que dejó de ser guerrillero.
Durante nueve años se desempeñó como rector de la Universidad del Magdalena y con esa excusa, construyó a su alrededor el imaginario de que era un educador. Hasta aquí cualquiera pudiera concluir que estudiantes y maestros, son comunidades con las que guarda empatía.
Esta semana fuimos testigos del más grande atropello de Carlos Caicedo, jefe de la Banda Caicedo. Le ordenó a Luis Guillermo Rubio, su secretario de Educación; retirar de sus cargos a 56 rectores de instituciones educativas departamentales que han tenido notables resultados.
¿Quién podría creer que el autoproclamado ‘hijo de la educación pública’ tomaría una decisión, calificada por quienes la denunciaron, como despótica, abusiva y contraria a la ley?, pues se trata de cargos obtenidos en concursos públicos de méritos y sostenidos con logros.
Carlos Caicedo, jefe de la Banda Caicedo; repitió la fórmula de exterminio que le aplicó a profesores de la Universidad del Magdalena entre 1997 y 2006, y que luego copió del 2012 al 2015 con los maestros adscritos a la Alcaldía de Santa Marta que se opusieron a su politiquería.
Da dolor el silencio cómplice que ha hecho el Sindicato de Educadores del Magdalena en esta situación. Los 56 directivos docentes víctimas del exterminio laboral perpetrado en su contra llevan años pagando costosas cuotas sindicales que deberían traducirse en defensa gremial.
No quiero ni imaginar, que más será capaz de hacer con la educación del Magdalena, si en vez de honrarla, como pregona el jefe de la Banda Caicedo, Carlos Caicedo; la odiara. El radicalismo de izquierda es totalmente incoherente, por eso, siendo ‘hijos de la educación pública’, masacran profesores.
Publicado: junio 3 de 2021