Es bien sabido ya, que el proyecto de reforma tributaria que presentó el Gobierno, fue simplemente el pretexto perfecto que los gestores del programa de desestabilización nacional, estaban esperando como hienas hambrientas para asumirlo como causa valedera para poder incendiar el país.
Y no es un hecho espontáneo ni aislado, hace parte de objetivos articulados de ataque sistemático en todo el territorio nacional, que forman ese “plan maestro” de desinstitucionalización para acabar con la democracia, trazado por esa macabra estructura conformada por distintas fuerzas ideológicas comunistas nacionales e internacionales y terroristas de las FARC y ELN, financiada por el narcotráfico, que secunda soterradamente al otrora “comandante Aureliano”, más conocido hoy como el “señor de las bolsas”, quien desde el día mismo en el que perdió las pasadas elecciones, informó que le pasaría la factura al presidente Duque en las calles del país, tal como lo ha venido cumpliendo.
Como las células de terrorismo urbano son “prefabricadas” y las mantienen dotadas y en acuartelamiento de primer grado, no podían desaprovechar semejante ocasión.
Estar sumidos en el momento más crítico de la pandemia del COVID-19 (más de 500 muertes por día), no fue óbice para convocar a las calles a gente ingenua y mal informada, a idiotas útiles que no faltan a la hora del reparto el manido discurso populista con el que los alimentan, y entre quienes dispersan la horda de ladrones y destructores criminales que reciben 70.000 pesos día más lo que alcancen a robar, sin importar el problema contagio y las consecuencias de un problema de salud pública agudo, con tal de generar caos, sembrar miedo, desprestigiar el gobierno.
Y qué decir de la manera tan olímpica como los organizadores e incitadores, empezando por el “señor de las bolsas” y su ventrílocuo el guionista de narconovelas, desatendieron, con el concurso de los alcaldes de sus ciudades, obviamente, afines en sus ideologías, la orden que diera la magistrada del Tribunal Administrativo de Cundinamarca Nelly Villamizar, de aplazar las marchas con el fin de garantizar «los derechos fundamentales a la salud, la vida y la salubridad pública».
Canallas que no han respetado siquiera los corredores humanitarios para el abastecimiento de suministros hospitalarios ni el transporte de enfermos.
Padecemos pues, las crudezas que nos dejó el funesto acuerdo de La Habana, en el que se “empoderó” a bandidos impunes, se redujo y se debilitó la Fuerza Pública y se fortaleció el narcotráfico. ¡Esta es la paz que nos dejó el del Nobel!
Sin embargo, los colombianos no nos rendimos, no vamos a entregar el país que tanto queremos y por el que tanto hemos luchado. Estamos rodeando a nuestro presidente Iván Duque, a Policía, a nuestras Fuerzas Militares, a todas nuestras instituciones democráticas.
No estamos en las calles porque nuestra marcha es hacia el trabajo, hacia el estudio. Nosotros le apostamos al desarrollo y al progreso de nuestra patria, porque estamos convencidos de que entre todos podemos mejorar las condiciones de vida de todos.
Nos desquitaremos. Sí. Les cobraremos al “señor de las bolsas” y a esa caterva de políticos corruptos que han alcahueteado este infierno que estamos padeciendo.
¡En las urnas les respondemos!
Publicado: mayo 8 de 2021
5