Ni espontáneas ni gratuitas han sido las jornadas de vandalismo que el petrismo ha protagonizado durante los últimos días en distintos puntos de la geografía nacional.
La violencia generalizada que ha sacudido a Colombia, responde a un plan criminal perfectamente estructurado y en el que participan distintos sectores, todos ellos liderados por el socialcomunismo.
El hampa ha hecho de las suyas. El fiscal general Francisco Barbosa en las últimas horas hizo gravísimas revelaciones en el sentido de que la entidad que él dirige cuenta con las pruebas suficientes para demostrarle al país que muchos de los vándalos que aterrorizan a la ciudad de Cali reciben jugosas sumas de dinero para cumplir misiones criminales.
Igualmente, existen informes de la UIAF que demostrarían sospechosos movimientos de dinero entre cabecillas del paro, con lo que se podría iniciar la respectiva investigación penal en contra de los cerebros del zafarrancho que azota al país.
Basta con seguir la ruta del dinero para descubrir la verdad. Así mismo, con la ayuda del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, el gobierno colombiano en las próximas horas tendrá en su poder un informe detallado de los movimientos de plata de la banda socialcomunista que se verá a gatas para controvertir las evidencias. Al decir popular, se les aguará la fiesta a los promotores del terrorismo.
Igualmente, ha dicho el fiscal general colombiano que cuenta con evidencias materiales que confirman la participación de servidores públicos en la planeación y ejecución de actos de vandalismo. Según él, una vez culminen las indagaciones, dará a conocer los nombres de las personas involucradas y, si es del caso, compulsará copias ante la corte suprema para que se adelante la investigación contra los congresistas que resulten involucrados en las acciones de terrorismo que enlutan al país.
Algo va de la protesta pacífica, esa a la que el uribismo acudió en múltiples ocasiones cuando se oponía al gobierno ilegítimo y corrupto de Juan Manuel Santos, a la violencia desbordada que se registra actualmente, la cual es promovida por el cabecilla del neocomunismo Gustavo Petro.
Que la justicia actúe de manera rápida y contundente. Mano dura contra todos los que violen la ley, ya sean miembros de la Fuerza Pública, particulares, parlamentarios, “activistas” o cualquier otra denominación. Los colombianos están hasta la coronilla con la violencia. La gente quiere estar en paz, quiere trabajar y reconstruir su vida de la mejor manera posible.
Tarde o temprano, el terrorista Petro tendrá que responder judicial y políticamente, por el daño que le está haciendo a la sociedad.
Publicado: mayo 7 de 2021
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