Unificar periodos: inoportuno por el momento y la manera, pero necesario

Unificar periodos: inoportuno por el momento y la manera, pero necesario

La semana pasada un grupo de representantes a la cámara de diferentes partidos políticos radicó proyecto de acto legislativo que buscaba unificar y ampliar los periodos constitucionales del presidente de la república, gobernadores, alcaldes, congresistas, magistrados, contralor, fiscal, procurador… de cuatro a cinco años. La propuesta, fuera de ser inoportuna por el momento político y la fecha en que se presentó, fue una estupidez de marca mayor por ser promovida por congresistas desconocidos en el contexto político nacional y por la manera en que se pretendió promover la reforma: sin voceros ni argumento alguno. 

Ahora, la estupidez de la propuesta -por el momento y la manera- no implica que no sea necesario promover, debatir y aprobar especialmente la unificación de periodos. En este país centralista y republicano es necesario que la vida administrativa de las regiones este ajustada y sincronizada con los tiempos y políticas del gobierno nacional. Los gobernadores y alcaldes son elegidos 16 meses después de ser elegido el presidente de la república lo que genera un traumatismo en la implementación y ejecución tanto de las políticas nacionales como de las que se va a ejecutar los nuevos mandatarios en sus departamentos y municipios.

Los departamentos y alcaldías dependen en su mayoría del presupuesto y de las políticas públicas del gobierno nacional, lo cual genera pérdida de tiempo y continuidad, cuando se presenta cambio de gobierno nacional, especialmente por la ejecución del plan nacional de desarrollo en las regiones. Esta propuesta de unificar periodos debe de ir cohesionada a la necesaria modificación de la normatividad de los planes de desarrollo, no para acabar ni menoscabar el principio de autonomía y de identidad que deben tener los departamentos y municipios, sino para que estos planes de desarrollo estén sintonizados con el plan nacional de desarrollo, con la realidad presupuestal, como también, con la ideológica del gobierno de turno.

Otra propuesta con la que no estoy de acuerdo es con la unificación de la fecha de elección del presidente con la de gobernadores y alcaldes, porque sería permitir que se preparara desde las regiones un brebaje que le haría tremendo daño a la democracia, a la importancia que merece cada debate electoral; sin profundizar en la corrupción electoral y política que incurriría la unificación de fecha.

Es necesario aclarar que una cosa es la reelección y otra la ampliación de periodos en medio del cumplimiento de ellos, la cual si es abiertamente una violación al orden constitucional. La izquierda no promueve debates, alienta el caos, la izquierda no permite reformas, deforma el sistema. Prueba de ello fue la suma de mentiras y manipulaciones que utilizaron para oponerse a una propuesta que nació muerta.

@LaureanoTirado

Publicado: marzo 23 de 2021

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