No más niños en armas

No más niños en armas

Reconoce UNICEF que un “niño soldado” es todo menor de 18 años de edad que forma parte de cualquier fuerza armada regular o irregular sin importar si porta armas o no. Puede ser alguien que desempeña labores de cocinero, mensajeros o cualquiera que forme parte de los grupos mencionados, salvo los familiares de los combatientes. La definición incluye a las niñas reclutadas con fines sexuales y para matrimonios forzados. Igualmente hay otros datos que es importante recordar:

  1. hace un tiempo se admitía que la edad de un combatiente debía ser mínimo de 15 años pero desde el “Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño” del año 2000 se determina que la edad mínima para participar directamente en hostilidades cambia de 15 a 18 años (Artículo 1) y prohíbe el reclutamiento voluntario o forzoso de menores de 18 años (Artículo 2).
  2. El Estatuto de la Corte Penal Internacional (1998) dice que es un delito de guerra reclutar a niños menores de 15 años o utilizarlos para participar activamente en conflictos armados internacionales o internos.
  3. La ONU determina que el reclutamiento forzado es una de las peores formas de trabajo infantil.
  4. El estatuto de Roma dice claramente que es un crimen de guerra reclutar a menores de 15 años y la ley colombiana extiende esa prohibición a los menores de 18 años.
  5. Incluso si se alega que el niño se presentó de manera voluntaria, ese reclutamiento se considera ilegal y forzado por el carácter de menor de edad del reclutado.

Dejando claro los puntos anteriores, podemos decir sin temor a equivocarnos que son los que reclutan a los niños los únicos responsables de sus muertes pues al poner armas en sus manos y entrenarlos para combate o para otras labores que los hagan participar activamente en el conflicto y en hostilidades, han llevado niños al estatus de combatientes y por eso ellos han pasado a ser objetivos militares legítimos.

¿Triste? ¿Indignante? Sí, y mucho. Pero que esa tristeza e indignación no nos cierre los ojos ante la verdad: Los reclutadores son los únicos culpables y no pueden ser indultados o amnistiados. Esos crímenes de guerra contra niños no pueden quedar impunes. La verdad es que las acciones del Estado contra grupos terroristas como un bombardeo a un campamento de las FARC son acciones legítimas y si en ese bombardeo mueren niños los únicos culpables son quienes los reclutaron violando leyes y normas que se crearon para proteger a los niños. No es el Estado el culpable de esas muertes, aunque los malquerientes del gobierno de turno así lo quieran hacer parecer.

¿Cómo se evita que los niños terminen convertidos en blancos militares legítimos? Combatiendo a los grupos ilegales que los reclutan, no permitiendo la impunidad a sus reclutadores. Algunos dirán que la falta de oportunidades, de educación, de empleos son la causa, pero no es así. Los niños en zonas donde los diferentes grupos hacen presencia están en riesgo de ser víctimas. Los reclutadores se llevan niños de 10 años que asisten a escuelas y están recibiendo una educación. La culpa únicamente es del criminal que los rapta y no se le puede excusar buscando culpar al Estado. Critican las consecuencias ignorando las causas.

@ghitis

Publicado: marzo 14 de 2021

3 comentarios

Los comentarios están cerrados.