Con motivo de la VI reunión extraordinaria de Presidentes de Prosur, celebrada el 16 de marzo, el Presidente Iván Duque anunció la presentación al Congreso de la República del proyecto de Ley de Ingreso Solidario, a través del cual busca ampliar el número de hogares beneficiarios, así como el monto destinado para el fortalecimiento de los ingresos de los colombianos en condición de pobreza y vulnerabilidad.
Que el ingreso solidario sea una política de Estado, de carácter permanente, subsidiario de los demás programas sociales y focalizado en los hogares con mayor vulnerabilidad es un paso hacia adelante en la política social colombiana, que viene abriéndose espacio desde el pasado 20 de julio cuando radiqué junto con la bancada de Centro Democrático el proyecto de ley por el cual se declara política permanente este importante programa social.
Y es que, en lugar de someter a modificaciones farragosas el decreto 518 de 2020 que creó este programa, ni, entrar en discusiones que englobaran la política social en una espiral de críticas e intenciones populistas, decidimos acoger la infraestructura que el gobierno ha desarrollado a través del Registro Social de Hogares (decreto 812 de 2020), la plataforma de transferencias monetarias, la devolución del IVA, el apoyo a la nómina de las empresas, los giros extraordinarios para familias en acción y jóvenes en acción, y la actualización de las bases maestras para la consolidación del sisben IV.
Desde que inició el debate de la renta básica y de un ingreso solidario, nunca desvirtuamos el camino que este último podría tomar, hoy, con certeza veo como la decisión que tomamos para construir sobre lo construido ha ido evolucionando hasta alcanzar la madurez de una propuesta bien definida en una agenda social de carácter estructural.
Retomando el debate sobre las fronteras de la pobreza, la necesidad de implementar un programa de transferencias monetarias no condicionadas para los hogares colombianos en condición de pobreza, iniciamos un análisis extenso de la variable ingreso, sin descuidar los datos contenidos en la encuesta de presupuesto de los hogares, asumiendo el impacto que tiene sobre los ingresos la presencia de choques como el de la pandemia, el gasto por unidad de hogar, la volatilidad de los precios, el comportamiento del mercado laboral y el acceso a una cesta básica de bienes y servicios, entre otros, nos dio la razón para llegar al Ministerio de Hacienda con soluciones y propuestas para los colombianos.
Hoy el gobierno nos da la razón sobre la base fundamental de atención a la población colombiana, en la medida que se amplíe el rango de hogares beneficiarios del Ingreso Solidario, se focalice el gasto a través de una política diferenciada de criterio por ingresos y se proyecte el efecto directo de las transferencias en el bienestar de los colombianos.
Al igual que los países que hacen parte de Prosur y de gran parte de las naciones del mundo, la pobreza no puede esperar más, el déficit de ingresos de los hogares agotó las expectativas de consumo futuras y afectó gravemente la estabilidad de familias a tal punto que las inflexibilidades del mercado promovieron el desequilibrio económico a nivel general.
En buena hora, celebro el anuncio del presidente Iván Duque hacia una agenda social con más ingreso solidario, atendiendo las soluciones con que llegamos al gobierno nacional, nuestros esfuerzos por contrarrestar la pobreza a todo nivel se enfocan ahora en una agenda legislativa que sin lugar a dudas va a apoyar el conjunto de políticas sociales con carácter estructural en una economía que podemos afinar hacia la recuperación.
Como siempre lo he planteado y desde distintos sectores se ha escuchado, hay que construir sobre lo construido para llegar con soluciones a todos los colombianos, qué bueno es tener la libertad para actuar en un gobierno que propone el cambio social con suficiente infraestructura técnica, sin populismo ni instrumentalización de ningún nivel.
Publicado: marzo 19 de 2021
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