Quienes confían en la inocencia del presidente Uribe han pedido, con toda la razón, que la investigación se adelante con rigor y que se evalúen todas las pruebas y se tomen todos los testimonios.
Algo tan elemental y obvio en cualquier democracia, ha brillado por su ausencia en el proceso que se adelanta en contra del exmandatario por el supuesto soborno de testigos contra el senador de las Farc, Iván Cepeda Castro.
En las últimas horas, fue formulada una denuncia en contra de ese parlamentario, señalado por haber destruido material probatorio clave, particularmente unos chats que él sostuvo con el falso testigo, Juan Guillermo Monsalve.
Como trascendió en su momento, Monsalve fue debidamente sobornado mientras recitaba un libreto en contra de Uribe. La fiscalía general de la nación ya incautó una finca en la zona cafetera, que milagrosamente apareció escriturada a nombre de la esposa y la madre de ese sujeto.
Los hechos, claramente no concuerdan. Cuesta entender porqué Monsalve recibía “ayudas humanitarias” de una ONG estrechamente vinculada con Cepeda y al mismo tiempo tuviera recursos para hacerse a un predio en una de las zonas del país donde mayor precio tiene la tierra.
El presidente Uribe ha reclamado transparencia. En su cuenta de Twitter volvió a insistir al decir que “magistrado Reyes, me privó de la libertad, me acusó de obstruir la justicia, de engañar a la Corte. No tuvo la prudencia de escuchar testigos como Roque Arismendi, Juan Manuel Aguilar, Lisa de USA, del episodio de Juan Carlos Sierra (Tuso), a quien tampoco escuchó”.
El doctor Uribe, en ese trino, se refiere a la exagente de la CIA quien hoy dirige una prestigiosa firma de investigaciones en el estado de Florida, Lissa Ruth. Ella, que recabó un testimonio de Sierra en la ciudad de Miami, ha certificado que ni el expresidente Uribe ni ningún enviado suyo trataron de influir sobre el testimonio de ese exmiembro de las AUC.
Igualmente, confirmó algo que se ha repetido insistentemente en el sentido de que Juan Carlos Sierra le dijo que fue visitado en la cárcel en Estados Unidos por el senador Cepeda quien le pidió que alterara su testimonio contra Uribe. Sierra, así mismo -según Ruth- le aseveró que le fueron ofrecidos beneficios y pagos.
La verdad debe conocerse. Todas las personas involucradas en el caso Uribe tienen el deber de comparecer, con transparencia y aportar lo que corresponda. Sin las mañas ni manipulaciones que se le vieron al magistrado Reyes cuyo sesgo fue más que evidente.
Reyes, que durante el gobierno de Santos resultó vulgarmente favorecido con multimillonarios contratos, no impulsó un proceso penal, sino una cacería de brujas con claro interés político.
Ahora que el expediente se encuentra en la fiscalía, seguramente se hará una investigación integral, ponderando objetivamente todos los elementos y revisando a fondo todas las irregularidades, empezando por las contradicciones y los sobornos al falso testigo, Juan Guillermo Monsalve.
Publicado: febrero 17 de 2021
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