Mucho se ha hablado acerca de los estragos de la pandemia y muy pocos analistas han advertido acerca del aumento de la desigualdad que esta ha dejado en el camino, es claro que los problemas económicos derivados de este flagelo golpean más a los menos favorecidos.
Aunque siempre he sido muy crítico del índice de GINI o de desigualdad para medir a los países ya que los países menos desiguales en el caso americano son los mas pobres y menos democráticos, el aumento de personas en estado de pobreza es preocupante.
Prácticamente todos los países tuvieron durante el 2020 que recurrir a mayores gastos y endeudamiento por cuenta del Covid-19, así mismo los ingresos por cuenta de impuestos directos e indirectos disminuyeron, esto traerá consigo que las nuevas generaciones terminarán pagando durante muchos años esto. Mayores costos traen consigo menos inversión social para los menos favorecidos.
Para Colombia los desafíos son aun mas difíciles, al tener nosotros una informalidad laboral tan grande (50%) y que estas personas prácticamente tienen que salir diariamente a buscar su sustento nos a expuesto como país a más contagios y a más hambre.
A nivel de los países también se ha visto la gran desigualdad cuando de compra de vacunas se trata, mientras los países más ricos y poderosos lograron grandes acuerdos con las farmacéuticas mientras otros países han tenido que esperar en fila para tener oportunidad, muchos lograrán llegar este año a vacunar lo suficiente para lograr inmunidad de rebaño, otros no lo lograremos, por cuenta de eso nuestras economías sufrirán mas que la de los países ricos.
La pandemia también desnudó la manera como funcionan los organismos multilaterales, que como claramente sus ingresos dependen proporcionalmente de la riqueza de los países que lo conforman, actúan de acuerdo a sus intereses, terminan no defendiendo a los países que de verdad lo requieren.
Ahora empezaremos a esparcir la vacuna de acuerdo a los grupos de riesgo, primero los mayores de 80 años y el personal médico, el estado colombiano tendrá un reto muy grande de lograr cumplir con el presupuesto de vacunación independientemente del lugar donde se encuentren estas personas, el manejo de los ultra congeladores en lugares remotos será complicado, aquí tambien hay desigualdad.
Necesitamos como país llegar lo más rápido posible a esa inmunidad, si no lo hacemos nuestra economía seguirá sufriendo los embates de las cuarentenas y los toques de queda indiscriminados que los mandatarios locales han utilizado desproporcionalmente en vez de haber hecho la pedagogía necesaria para que la población se cuide por sí misma. Para eso se necesita comprar mas vacunas para vacunar a más personas y abrir la oportunidad para la vacunación privada de manera que los que quieran vacunarse lo hagan y le quiten parte de la responsabilidad a lo público.
La población colombiana debe entender que es peligroso convertir la vacunación en un tema de campaña política para las elecciones del 2022, más bien se debe rodear al presidente Duque en lograr lo mejor y mas pronto posible este importante trabajo.
Publicado: enero 25 de 2021
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