Claro que es indignante la fotografía de la otrora contratista de Santos y hoy magistrada de la JEP, la cuestionada Patricia Linares en la que aparece muy oronda al lado de una terrorista de las Farc, a quien ella supuestamente tiene el deber de investigar y sancionar.
Ningún juez del planeta se atrevería a posar junto a una persona que está juzgando. Como enseña la sabiduría popular, ‘la esposa del Cesar además de serlo, debe parecerlo’.
Pero los magistrados de la JEP, todos unos vulgares militantes de la extrema izquierda profarc, ni son, ni parecen imparciales.
Así que la imagen de la Linares con la mujer de alias ‘Tirofijo’, la terrorista y mafiosa ‘Sandra’ aunque es indignante y hasta nauseabunda, no tiene porqué escandalizar. Es evidente que en la JEP tienen todo atado y bien atado para asegurar que los genocidas de las Farc gocen de la tranquilidad que les prometió Santos durante los diálogos miserables de La Habana.
Para los problemas estructurales, las soluciones deben ser radicales. Se ha dicho insistentemente que la JEP es una amenaza real contra la estabilidad nacional y contra el régimen democrático nacional.
Y aquel, no es un problema menor que se solucione con pañitos de agua tibia.
Así como el video de Petro empacando fajos de billetes ha servido para poner en evidencia el talante criminal del cabecilla de la denominada ‘Colombia Humana’, la fotografía de la prevaricadora Patricia Linares con la terrorista ‘Sandra’ debe ser establecida como el símbolo inequívoco de la campaña que conduzca a la eliminación de la JEP.
Que sea ese el propósito fundamental de los defensores de la democracia, para el año 2021. Colombia no pude seguir soportando la existencia de un tribunal ignominioso y canalla, en el que quienes posan de jueces y magistrados arman francachelas y orgías con las personas a las que supuestamente deben sancionar penalmente.
Publicado: diciembre 17 de 2020
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