Con la ley de emprendimiento el país da un paso muy importante para la modernización de las Pymes colombianas. El presidente de la República se comprometió en el plan de desarrollo a sacar adelante la iniciativa propuesta para que los emprendedores pudieran de una vez por todas acceder a los mecanismos que aceleran la composición empresarial con fines de innovación.
Se levanta la talanquera invisible que limitaba el acceso de los emprendedores al ecosistema productivo, eliminando de una vez por todas la angustia de miles de colombianos cuyas ideas creativas e innovadoras no pasaban más allá del papel o tan siquiera el registro como empresa en las cámaras de comercio para luego quedar en el olvido por falta de mecanismos de entrada que acogieran los proyectos inmersos en el objeto social de la empresa.
Por citar parte del contenido de la ley; se simplifica la contabilidad para micro empresas permitiendo mecanismos abreviados de fácil registro, se crean alianzas para la promoción del desarrollo empresarial y la inclusión financiera para los micro negocios, se promueve el modelo de franquicias como alternativa de emprendimiento, se promueve la constitución de sociedades mutuales a 10 personas y se amplía el objeto social de las mismas, ahora las cooperativas se podrán constituir con mínimo tres personas, se fortalece la contratación pública de Mipymes, asi como la preferencia de su participación en los negocios del Estado, también se crea el mecanismo de Sand Box, para el fortalecimiento y acompañamiento de las ideas innovadoras en emprendimientos productivos, al mismo tiempo se acelera la visión exportadora a través de alianzas con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se amplía el acceso al microcrédito y el financiamiento a través del crowfounding, se fortalecen las funciones de INNPULSA Colombia para acelerar los emprendimientos a nivel nacional y se crea un marco técnico para la formación de talento humano a partir de la doble titulación, la alianza con colegios, universidades e instituciones de formación técnica y tecnológica del país.
Grosso modo, la ley de emprendimiento es una oportunidad de oro que nace de una propuesta de gobierno con carácter dinámico para el fortalecimiento empresarial, pero sobre todo para la constitución de un ecosistema dotado de las herramientas pensadas para emprendedores colombianos. Valga la pesa decir con total certeza, que con esta ley de da paso libre a la generación de valor a través del conocimiento, posicionando el país en un entorno emprendedor único, que compita a nivel internacional. Tantos emprendedores que hoy se encuentran en niveles superiores de conocimiento que apenas si llegan a tener un empleo incipiente para sus competencias.
Con esta ley, se quiere eliminar ese círculo vicioso en el que emprender es difícil, costoso y no hay oportunidades, resultado de ello, tenemos cada vez más profesionales con toda la voluntad para emprender pero que finalmente renuncian a sus sueños y son vencidos por la anacrónica visión de estudiar para tener un empleo, dejando atrás sus anhelos. Aquí necesitamos que se cree empresa, que se dinamice el sector productivo, que se apropien de conocimiento el 98% de nuestra base empresarial que es constituida por micro y pequeñas empresas. Insisto, hay que emprender para crecer en lugar de crecer y depender, ya era justo que en Colombia el término emprendimiento, se relacionara directamente con éxito y no con fracaso, una buena oportunidad es que las universidades, los colegios y las instituciones de formación superior técnica y tecnológica transmitan a sus estudiantes el conocimiento para hacer empresa, emprender, enfrentarse al mercado, sobre salir, competir, aliarse, pesar estrategias y aplicar la teoría a la vida real.
Termino con la siguiente afirmación: emprender y formar empresa es el único camino que nos queda si queremos cumplirnos a nosotros mismos, no tengamos miedo del fracaso, el Gobierno ya abrió la puerta al éxito de los emprendedores colombianos.
Publicado: diciembre 10 de 2020
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