A Iván Duque se le está pasando el tiempo y no ha cumplido con sus promesas y a estas alturas del partido, no creo que las vaya a cumplir. Iván Duque, un tipo muy estudiado, muy preparado, con los mejores pergaminos y con todo el cariño del Presidente Uribe y de gran parte del uribismo y los “militantes” del CD, llegó a la presidencia trayendo la esperanza a muchos de que él iba a ser quien enderezara esto pero parece que todo el empuje que mostró durante la campaña se le acabo el 7 de agosto del 2018. Hoy vemos que sus promesas se quedaron en palabras vacías.
Iván Duque ha dejado por fuera del gobierno a muchos uribistas muy valiosos y preparados que lo apoyaron en su camino a la presidencia y que podrían haber sido fieles colaboradores y en su lugar dejó en el gobierno a muchos funcionarios del gobierno pasado. Eso no es del gusto de los uribistas pues no se llega a la presidencia para gobernar con quienes antes lo habían considerado opositor. Se gobierna con los amigos, no con los enemigos.
El daño que Iván Duque nos está haciendo es enorme. En privado mucha gente se pregunta cómo poder volver a confiar en “el que diga Uribe” si ya Santos nos traicionó y Duque no salió el gallo que esperábamos, para el 2022, ¿cómo volver a confiar en el que diga Uribe?
Primero debo decir que al Presidente Uribe le tengo la mayor admiración y respeto así como una gran gratitud por su dedicación y trabajo por el bien de Colombia. La situación actual por la que está pasando es un despropósito enorme y espero que mas temprano que tarde todo se aclare en su favor. Y debo agregar que este sentimiento hacia Uribe no me impide ver que hay personas muy capaces que tal vez él no ha tenido en cuenta y es por eso que creo que nosotros, los que ponemos los votos, debemos hacernos oír.
En varios grupos de amigos muy queridos me han dicho que decir estás cosas de Duque nos hace daño y fortalece a la izquierda, pero creo que es al contrario. Yo creo que debemos tener la capacidad de ser autocríticos. Ocultar nuestro inconformismo con Duque es una mala actitud pues nos muestra como lo que no queremos ser: alcahuetes. En mis escritos en redes sociales, en mis charlas con amigos y en mis columnas, hago énfasis en mostrar que soy una persona de una posición única y que no cambio de dirección con el viento. Mi posición es clara y por eso creo que es nuestro deber criticar a los propios y no esconder la mugre debajo del tapete. Nosotros criticamos que la izquierda en un caso tan obvio como el video en el que Petro cual mafioso de película guardaba fajos de billetes de origen dudoso en una bolsa, en lugar de pedirle explicaciones, salen a criticar que el video se haya hecho público. Pues nosotros no podemos ser así. La verdad siempre debe ser nuestra bandera, así no nos guste la verdad.
Sí, Duque no salió el pollo que esperábamos. Duque resulto ser un “tibio” y no es lo que necesitábamos, pero hay que rescatarle que no fue Petro. He dicho varias veces que prefiero a Duque fallando en sus planes que a Petro teniendo éxito con los suyos. No olvidemos que las opciones eran Duque o Petro. Para las próximas elecciones debemos continuar y no desfallecer en la lucha por evitar entregar el país a personajes siniestros que una vez posesionados, se atornillan como hemos visto que hace la izquierda Latinoamérica.
Faltan ya menos de dos años para el relevo presidencial. Yo no creo que Duque vaya a empezar a cumplir con lo que prometió pues además de que se le atravesó al mundo la pandemia y eso afectó los planes de todos los gobernantes, no vimos antes de marzo intensiones de cumplirle a su electorado.
Hace ya unos días hablé de Rafael Nieto, pues considero que es alguien capaz de tomar las riendas y enderezar el camino. Sigo firme con este pensamiento y estaré apoyándolo esperando que lance su candidatura ya sea con el CD o sin el CD, pero con la esperanza de que sea esta vez el que tenga el guiño de Uribe. Por ahora, solo queda esperar que el tiempo siga corriendo.
Tic Tac. Tic Tac.
Publicado: septiembre 27 de 2020
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