Se relame la izquierda. Se relamen los odiadores de Uribe.
En una decisión que tiene más de política que de legal, la corte suprema ordena que el Presidente Uribe quede detenido. La reacción del país no se hizo esperar. Así como los uribistas nos sentimos indignados por el proceder de la corte, los antiuribistas celebran.
He dicho en el pasado que no soy abogado, pero tampoco soy ciego. El que quiera dar dos pasos hacia atrás podrá ver la foto completa que incluye 22,000 mensajes y llamadas telefónicas producto de interceptaciones ilegales a Álvaro Uribe las cuales fueron santificadas de un plumazo por el tristemente celebre magistrado Barceló. Por menos, Maria del Pilar hurtado tuvo que responder. Por menos, Petro fue a pedir medidas cautelares a la CIDH. Pero como esta vez la víctima no es alguien de izquierda, ¿entonces no importa? Es que parece que los derechos solo aplican para los de izquierda.
Álvaro Uribe publicó una lista de ocho violaciones a sus derechos. El abogado de Uribe, Jaime Granados, ha presentado sus argumentos indicando las violaciones a los derechos por parte de la CSJ. Empezando por el derecho a defenderse en libertad sobre todo porque no hay una sola prueba en contra. Las conclusiones en las que se basan los magistrados para ordenar la detención son sobre inferencias y no sobre pruebas. Y otra cosa que llama la atención es que el Barceló investigo a Uribe sin tener competencia pues eso le correspondía a la sala de instrucción. Sobre esto, podemos ver que Barceló ordenó interceptar a Uribe sin tener competencia y después validó esas interceptaciones. Parece algo ilegal. Recordemos que Barceló está acusado ante la comisión de acusaciones por este hecho.
De igual manera es menester anotar que Barceló y sus auxiliares armaron un caso sin escuchar a los testigos a favor de Uribe quienes han manifestado que recibieron ofrecimientos de Iván Cepeda para atestiguar contra Uribe. Incluso, un testigo presentado por Cepeda ha declarado que mintió en sus declaraciones contra Uribe esperando que cepeda le ayudara a reducir una condena. Y por el otro lado, no se le permitió a la defensa de Uribe interrogar a los testigos en contra ni tener acceso a las presuntas pruebas en contra como son celulares y computadores incautados a Monsalve.
En la búsqueda de jueces imparciales, el congresista más votado de la historia, el que desde la presidencia combatió sin descanso al terrorismo, debió renunciar a su curul para pasar a la justicia ordinaria. Solo ver el malestar que eso causó en sus enemigos es una indicación de que fue la movida acertada. Si no fuera así, ¿pueden imaginar otro escenario en el que Iván Cepeda no se alegre de ver que Uribe sale del congreso?
La renuncia de Álvaro Uribe al Senado es el primer paso para escapar de las manos de sus secuestradores. Ahora esperamos que la Fiscalía analice el caso y que un juez de garantías sí le de las garantías que la CSJ omitió (¿dolosamente?) darle. Si como resultado de lo anterior resulta que se investiga a los magistrados que de manera irregular validaron las violaciones a los derechos de Uribe, eso será otra historia.
Publicado: agosto 25 de 2020
4
3.5