El Presidente Duque ha salido en televisión cada día desde que empezó la crisis sanitaria causada por el coronavirus y que nos ha tenido encerrados desde el 20 de marzo, a hoy son 123 días. El presidente, siguiendo la clara motivación de mantener a la gente informada durante la crisis y mantener así la calma, ha organizado cada día un programa con ministros, viceministros, expertos en tema de salud, personas que trabajan en atención de emergencias, etc. Todo un “staff” trabajando por mantener el ánimo de los colombianos en alto. En este programa el presidente nos ha informado de las acciones del gobierno para enfrentar la crisis tales como la compra de ventiladores, la entrega de ayudas, los decretos para buscar reducir el impacto en la gente más vulnerable y muchas otras decisiones que nos afectan a todos.
Claro que hay gente que no le gusta esa visibilidad que ha tomado el Presidente en su programa y se burlan de eso. Creen que sería mejor que el presidente no saliera más en televisión y dejara de informar y que la información que se recibe sea solo la que emana de las cuentas en redes sociales de oscuros personajillos con quienes si comulgan. Que el Presidente tenga un espacio diario en televisión logra equilibrar tanta desinformación que de manera venenosa es vertida por quienes buscan politizar la pandemia. Ya me imagino yo a Claudia López o a Gustavo Petro con un espacio diario en TV. ¿Qué tal un hombrecillo como Gustavo Bolívar con un programa diario de TV hablando de cómo “mitsiona” Álvaro Uribe?
No nos dejemos confundir, el Presidente Duque está haciendo un buen manejo de la crisis: estableció un canal de comunicación oficial para cortar la desinformación, tiene a expertos apoyando cada dato que proporciona, informa a tiempo y de manera clara cada decisión de la presidencia. Le critican medidas y él sale a explicar y a desmentir la desinformación. Ese es un buen manejo.
La cuarentena que enfrentamos, aunque gracias a la apertura de algunos campos de la economía, ya no es tan rígida, nos está enloqueciendo. Queremos que acabe y volver a la normalidad. Queremos salir. Queremos ir a restaurantes, a cine, los fieles quieren volver a los servicios religiosos, los aficionados al futbol quieren volver a los estadios, queremos que se normalice el transporte. Pero este encierro no puede nublarnos y hacernos olvidar que el virus sigue allí. Sus efectos siguen allí y debemos mantener los cuidados para evitar muertes.
La cuarentena nos exige serenidad y paciencia, como decía Kalimán al pequeño Solín. Serenidad y paciencia que intenta infundir el Presidente Duque con su hablar tranquilo. ¡Siga Presidente su programa diario y que sus malquerientes cambien de canal!
Publicado: julio 21 de 2020
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