Nombres como el de Oscar Iván Zuluaga, Andrés Felipe Arias y Luis Alfredo Ramos se perfilaban para ser los posibles sucesores del presidente Álvaro Uribe Vélez. Cada uno de ellos se había destacado para asumir ese rol de Presidente de la República. Lamentablemente, la injusticia y las constantes persecuciones harían que estos evidentes rivales de Juan Manuel Santos terminaran sacados del camino.
Durante el período presidencial de Santos, la justicia de este país empezaba a demarcar lo que sería la persecución política y judicial más cruda que habría visto Colombia en los últimos tiempos. Hablaré de Ramos como persona y funcionario, su proceso y lo que se espera.
Ramos, hombre ejemplar
El mérito ha sido una constante en la vida de Luis Alfredo Ramos, un hombre sencillo, hecho a pulso, un hombre de provincia, nacido en Sonson (Antioquia). Ramos se abrió paso en lo público después de trabajar exitosamente por el sector privado.
Hizo toda una carrera de base; fue concejal, diputado, Senador de la República, Gobernador y Alcalde de Medellín. En todos los cargos tuvo una capacidad de resultados significativa, su eslogan para la gobernación fue “Manos a la Obra” y lo cumplió. Ramos fue determinante en el proyectado del Túnel de Oriente y bajo su mandato se ejecutaron obras de gran impacto en la infraestructura paisa. Sus cercanos lo describen como una persona armónica en el trato, alguien de posturas definidas, amable, con aliados y contradictores.
Persecución judicial
Durante el proceso de negociación de Justicia y Paz con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se realizaban reuniones en todo el país para la socialización del proceso de negociación entre el Gobierno y las AUC. Luis Alfredo Ramos fue invitado a una de estas reuniones, en calidad de oyente, sin participación en toma de decisiones, tampoco para expresar apoyo o interés por ninguna de las partes.
En 2011, La Corte Suprema de Justicia abrió proceso de investigación a Luis Alfredo Ramos a raíz de la reunión anteriormente mencionada. Posteriormente, en agosto de 2013, a inicios de la carrera presidencial, le dictan medida de aseguramiento que dura 39 meses, razón por la que Ramos tiene que dejar su intención presidencial.
¿Por qué le dictan medida de aseguramiento días después de anunciar su candidatura presidencial? ¿Por qué no lo hicieron antes? En noviembre de 2016, la Corte Suprema de Justicia le concedió la libertad condicional. Y en marzo de 2017, cuando se surte todo el proceso, los entes de control como la Procuraduría General de la Nación sugieren a la Corte Suprema que se absuelva a Luis Alfredo Ramos.
Los falsos testigos
Ante la Corte, todos los testigos, todos personas condenadas, fueron desmentidos, ninguno de los testigos dijo que había estado con Luis Alfredo Ramos. Todos los testigos fueron de oídas, lo que buscaban era rebajar penas, beneficios judiciales y económicos.
Uno de los falsos testigos, el señor Carlos Enrique Areiza, declaró que había sido presionado por el senador Iván Cepeda -el cuestionado visitante de cárceles- para declarar en contra de Luis Alfredo Ramos, Álvaro Uribe y otras personas afines. Esto fue dicho por el mismo Areiza en una carta enviada a la Corte Suprema, donde reconoció el delito de falso testimonio, se allanó a cargos y fue condenado. Adicionamente, Areiza salió en un medio de comunicación a pedir perdón a la familia de Luis Alfredo Ramos por el daño que le había causado.
El caso Ramos, todo un blanco de amenazas, con tinte intimidatorio y filtraciones sobre sentidos de fallos. Tres en particular: La primera filtración,en enero de 2018, sobre la cual Noticias Uno dice que hay una ponencia condenatoria, información que la Corte Suprema sale a desmentir.
La segunda filtración, en abril de 2018, una supuesta ponencia desfavorable. Sobre esto, la Corte Suprema señala que sí hay ponencia pero que el sentido no se hará público, ni se pronunciaran sobre el tema.
Y la última, en julio de 2020, filtran “coincidencialmente” -como con todo lo que tenga que ver contra el uribismo- al mismo noticiero, una supuesta ponencia negativa.
En relación con esto, la Corte Constitucional, en la Sentencia 274 del 2019, señaló: “En esta oportunidad, encuentra la Sala que la filtración de una ponencia por parte -muy probablemente- de servidores públicos responsables de la tramitación del proceso penal, afectó el derecho de Luis Alfredo Ramos Botero a un juicio limpio y con todas las garantías».
Es evidente que con Ramos, como con Andrés Felipe Arias y con Oscar Iván Zuluaga, se han violado toda clase de garantías constitucionales. Candidato que surja de esta línea política, quien tenga opciones presidenciales, se volverá un blanco de la injusticia enquistada en los altos tribunales.
Por esto, de la misma forma como hemos defendido la honorabilidad de Andrés Felipe Arias, debemos hacerlo con Luis Alfredo Ramos y con todos los que han sido baluartes de lucha en el uribismo. Rodear a los nuestros es la única manera de poder mitigar tanta persecución política y judicial; los invito a que con el pecho en alto y todo el entusiasmo digamos: Me la juego por Ramos.
Publicado: julio 19 de 2020
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