Así como el aislamiento es esencial para prevenir la propagación del virus, puede ser igual de perjudicial si no se permiten excepciones proporcionales y justificadas. En especial, limitar la práctica de deportes individuales a menores de 18 años es una posibilidad que el Gobierno debe estudiar lo antes posible.
En efecto, el deporte no solamente es salud, sino que también es un estilo de vida. Si somos realistas, desde marzo que comenzaron las cuarentenas la actividad física de los niños quedó prácticamente estancada.
Antes, al acudir presencialmente a los colegios, los menores tenían todo tipo de escenarios para hacer ejercicio, desde los descansos hasta las clases de educación física, pasando por actividades extra curriculares. Sin embargo, tras 5 meses de tener clases a través de una pantalla, el sedentarismo, los video juegos y las redes sociales se han convertido en la nueva realidad. Si somos sinceros, pretender hacer ejercicio en el corredor de un apartamento u otras limitaciones es una misión casi imposible.
Todo esto, desafortunadamente, tiene consecuencias nefastas…
Nada más recordemos que previo a la pandemia el 30% de los niños en Colombia sufrían de sobrepeso, indicador que no solamente tiene la potencialidad de aumentar mientras persista el aislamiento, sino que abre paso a otro tipo de enfermedades cardiovasculares que un joven no tiene por qué tener y que aumentará a futuro la presión sobre el sistema de salud.
Ahora bien, que el Gobierno les prohíba a los jóvenes la práctica de deportes grupales es entendible, toda vez que no hay forma de mantener el distanciamiento ni cumplir con los protocolos de bioseguridad. No obstante, hacer extensiva esa restricción a las prácticas individuales no tiene mayor riesgo.
En especial, cuando ello no solamente afecta su desarrollo físico y mental, sino que puede poner en jaque su futuro en las competencias. Por ejemplo, un tenista ingresa al profesionalismo, en promedio, entre los 16 y 18 años, situación que se repite con el ciclismo, el atletismo y prácticamente todos los deportes.
Por eso es tan vital que el Gobierno pueda levantar esta restricción. Un deportista lejos de forjarse a los 25 años, requiere aprovechar al máximo su juventud. De eso depende su futuro competitivo. En otras palabras, la falta de ejercicio está causando un perjuicio irreparable a las próximas generaciones de colombianos.
Entiendo que las intenciones de los Ministerios de Salud y del Deporte son buenas, pero algo se debe poder hacer por el bienestar general de todos estos jóvenes. Si observamos las estadísticas del Instituto Nacional de Salud de los 218.428 casos confirmados de coronavirus, solamente 22.552 han sido jóvenes, osea el 10.3%.
Asimismo, de los 7373 fallecidos, solo 24 han correspondido a personas entre los 0 y 19 años. Es decir, la tasa de mortalidad de la población joven en Colombia ha sido del 0.32%, la menor de todas.
Espero que el Gobierno estudie la posibilidad de eliminar o no esta restricción, tal como se lo pidieron 1.375 padres de familia en una carta dirigida a las carteras de Salud y Deporte. Además, no podemos olvidar que vía tutela la justicia tumbó la restricción a la movilidad de las personas mayores de 70 años, quienes concentran la mayor tasa de mortalidad del Covid.
Que decisión tan compleja, pero si se cumple con los protocolos estrictos de bioseguridad, sería una determinación que puede ayudar a la salud física y de paso a la mental de nuestros jóvenes.
Publicado: julio 24 de 2020
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