Empezó a circular en las redes sociales un video en el que aparecen terroristas de la banda criminal ELN repartiendo mercados en el sur del departamento de Bolívar.
Se trata de bolsas de plástico transparentes con el logo de esa estructura delincuencial que, desde 1997, hace parte del listado de organizaciones terroristas internacionales que elabora el departamento de Estado de los Estados Unidos.
Durante la repartición de las bolsas en cuestión, una integrante de la estructura terrorista dice que “el ejército de liberación nacional, estamos acompañando de la mano a las comunidades por la emergencia de la COVID-19… Luchando juntos cambiaremos el sistema de gobierno corrupto que nos oprime”.
¿A qué solidaridad se refiere la terrorista? ¿A los cientos de niños que esa banda ha reclutado forzosamente? ¿A los policías y soldados que ha asesinado en las últimas semanas? ¿A los bloqueos a los que somete a las personas humildes que habitan en las regiones donde hay presencia de sus cuadrillas criminales? ¿A las presiones que ejerce para obligar a que los campesinos se dediquen al cultivo de coca?
Es inadmisible que una banda que ha sometido al pueblo mediante el uso de la violencia indiscriminada, ahora pretenda posar como un grupo altruista que reparte mercados entre los menos favorecidos, mientras adelanta campañas de salud pública para prevenir el contagio del coronavirus.
El propósito criminal de esa acción es evidente, cuando la terrorista plantea el cambio “del sistema de gobierno corrupto que nos oprime”. Entonces, no se trata de una intervención humanitaria, sino de la puesta en marcha de una campaña de propaganda signada por la ramplonería.
El Estado, a pesar de las grandes dificultades y limitaciones, ha hecho un esfuerzo admirable por llevar mercados a todas las regiones de Colombia. Desde el mismo instante en que empezó el confinamiento preventivo, se trazó el objetivo de garantizar la alimentación de los niños a través del ICBF, entidad que ha desplegado todo su equipo humano para que la comida llegue hasta los rincones más apartados de nuestra geografía.
En el marco de la campaña #AyudarNosHaceBien liderada por la primera dama, María Juliana Ruiz, se han repartido 500 mil mercados, del millón que se tiene proyectado y, hasta el pasado 16 de abril, el ICBF había entregado más de 1.6 millones de canastas nutricionales reforzadas. En sur de Bolívar, hasta la fecha se han repartido más de 9200 de esas canastas.
Que el ELN no crea que va a limpiar su imagen terrorista con la repartición fingida de unos alimentos. En vez de ordenar esas puestas en escena, Gabino y demás cabecillas de ese grupo criminal deberían anunciar la desvinculación inmediata de la totalidad de niños reclutados forzosamente, la liberación de los secuestrados y la suspensión de las acciones de terrorismo, empezando por el asesinato aleve de soldados y policías.
Publicado: mayo 12 de 2020
4