No soy ajeno a no sentir ira por la continua y sistemática campaña mediática de desprestigio contra el expresidente y Senador Álvaro Uribe Vélez. Tengo la certeza que el doctor Uribe, es el político más calumniado e injuriado en la historia contemporánea del país. También, de que es el objetivo criminal de varios grupos criminales y terroristas (por algo merece y necesita el esquema de seguridad que tiene).
Profeso admiración y respeto por el expresidente Uribe, porque desde muy joven viví la tragedia que nos tocó padecer a los habitantes del departamento de Santander como consecuencia del accionar violento y sanguinario por parte de las FARC, ELN y EPL, en la década de los ochenta y noventa. Posteriormente, la violencia se recrudeció en Santander por la incursión paramilitar en la irracional confrontación con los grupos guerrilleros. Gracias a la política de Seguridad Democrática implementada en los dos gobiernos del Presidente Uribe, Santander recuperó la seguridad y tranquilidad. Como no tener gratitud con el expresidente Uribe.
Recuerdo esta conquista democrática, porque existen demasiados activos políticos y de gobierno por recordar -gestados durante la presidencia de Álvaro Uribe- como para distraernos con las actuaciones demenciales de Guillén y Mendoza, defecadas a través de una publicación denominada “Matarife”. Ellos no son los enemigos, ni los francotiradores que atentan contra el Uribismo, ellos son mercenarios. No sigamos perdiendo tiempo, energías, talento y activos, en confrontar a los sujetos Guillén y Mendoza. No me pidan que me meta en esa marranera.
Solo se necesita repasar entrevista del malandrín Mendoza en la W Radio (29/06/16) para conocer su miserable condición humana, su fragilidad, perturbación y demencia que lo habita, para no seguir dándole importancia que no merece, que no tiene. De Guillén, todos conocemos su condición y disposición de servicio al mejor postor, la cual está hoy al servicio del “Clan Mattos.” En alguna ocasión, una persona que lo conoció me contó, que Guillén, tenía la perturbada costumbre de meterse en salas de cine de mala muerte en medio de la oscuridad de la noche.
El Uribismo, el Centro Democrático, y quienes creemos en la integridad personal y política del expresidente Uribe, debemos concentrarnos en debates necesarios y urgentes, esperados por millones de personas que han depositado su voto de confianza en un Partido Político que en su escasa vida jurídica a elegido en dos ocasiones más de 40 senadores, y en las elecciones del 2018 a 32 Representantes a la Cámara, y un Presidente de la República en cabeza del doctor Iván Duque. Sin extenderme en repasar la elección de Santos, y otras victorias gestadas por el Uribismo.
El enemigo del Uribismo no son Guillén ni Mendoza, el enemigo son quienes están detrás de estos perturbados; el enemigo es quienes los financian, quienes difunden sus mediocridades en medios de comunicación y redes sociales como ultima herramienta contra Uribe. El enemigo del Uribismo es el acuerdo de impunidad de La Habana, la JEP, la Justicia militante y parcializada. Nuestro enemigo es la falta de contundencia y rigor para administrar el poder y para ejercerlo. El enemigo del Uribismo es el mismo que habita desde hace décadas en Colombia: terrorismo, narcotráfico, grupos criminales y terroristas, sectores de izquierda irracionales y reaccionarios, activos y viscerales, sin honor ni rigor a la hora de proceder.
Hoy debo recordar un trino de Sergio Araujo, en respuesta al vomitivo Roy Barreras: “Se te fueron las luces @RoyBarreras: En 200 años nadie sabrá quién fuiste; en cambio, la historia tendrá a Uribe en letras de relieve. Él te hizo, y para servir a Santos le traicionaste. Ok… Pero que bajeza ser mendaz para injuriarle. Te fuiste de bruces Roy. Eso no se hace…”
Cierto. Álvaro Uribe Vélez, ya tiene tallada su silla entre los grandes de Colombia. Uribe, será recordado y respetado por su legado político, por su obra de gobierno, por su capacidad incomparable para batirse en la arena argumentativa y democrática. No pierdan tiempo con esas sabandijas del Guillén y del Mendoza.
Publicado: mayo 26 de 2020
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