Tres lanchas de la Armada colombiana, cayeron en manos de la tropa bolivariana de Venezuela, en el sitio El Chorro, a orillas del Río Orinoco que es el límite natural de ambos estados. Las tres lanchas divagaban en un recodo de río, perteneciente al lado venezolano.
Aguas arriba existe un puesto de la marina colombiana donde ejerce la señal y ejercicio de la soberanía. Según la explicación del Almirante Evelio Ramírez Gáfaro, Comandante de la Armada, las lanchas rompieron amarras por la fuerte corriente del rìo, cada una conlleva una ametralladora punto 60 y hasta cuatro ametralladoras punto 50. Y suspiró con honda emoción patriótica: ”Ojalá no transcurra mucho tiempo para poder tener estos botes cumpliendo la misión que se desarrolla en el país”.
El incidente no termina ahí. Lo agrava el Presidente Maduro al decir que el Presidente Duque, si le solicita la entrega de las lanchas, procederá. El Presidente Iván Duque no reconoce como legítimo al Dictador Maduro que intenta el chantaje por este medio. Esta falta de disciplina, de eficiencia por parte de los soldados y suboficiales de la marina son asuntos que terminan afectando la imagen global de las Fuerzas Militares y la moral de la nación. Por hacer tres nudos malos y no vigilar las instalaciones, por precarias que sean, “el golpe de lancha” es dañino. Contribuye a cohesionar el frente de los espíritus antimilitares que requieren los conspiradores y los fachio-izquierdistas criollos.
Es parte del “embalse” que van llenando los místicos de una revolución que no llega o que como llega se va. También es producto de los altos mandos militares que pasan por la deslumbrante medallería, abandonando el contenido de su formación. Ahí se prueba al hombre de Honor y de conducta cívico militar.
Pefilar es una habilidad que los humanos tenemos para averiguar, directa o indirectamente, los rasgos más evidentes de la personalidad. Una empresa industrial, agrícola, minera, comercial, servicios, etc. aplica sus reglamentos para mejorar o blindarse de sus competidores. Una nación tiene amigos y enemigos en exterior. Son múltiples los casos de aplicar el perfilato. Cuando usted pone el dedo de la mano en la tecla del computador, aparece “perfil”. La bulla capitalina de los periodistas perfllados es una demostración de la incapacidad de trabajar para el bien común. Y no olvidemos que la “barrida de los militares” de inteligencia comenzó en el gobierno, largo y dolosa etapa, de Juan Manuel Santos.
Jaime Jaramillo Panesso
Publicado: mayo 13 de 2020
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