Hasta ahora todas las medidas para afrontar la crisis económica y sanitaria en el país, han estado en manos del gobierno nacional, a diario se replican responsabilidades sobre todo del lado económico que debe sortear el gobierno para evitar un colapso mayor de la economía y un empeoramiento en el riesgo de adquirir contagio por Covid-19. Sin embargo, persisten vacíos sobre la efectividad de las medidas económicas y la velocidad con que se debe llegar directamente a la población, así como de la capacidad de aplicar pruebas de detección y control epidemiológico.
Dos bandos hacen la diferencia: el económico y el sanitario. En el primero, las críticas no se han hecho esperar, resulta evidente la preocupación del sector productivo por retornar a una situación atípica pero medianamente sostenible de la cual puedan volver a recibir rentas por su ejercicio, del lado sanitario, la preocupación se haya en la reducción de la velocidad de propagación del virus a cualquier costo y el crecimiento de la capacidad instalada para atender nuevos pacientes. El Instituto Nacional de Salud, prevé un pico elevado hacia agosto, debido a que la curva de contagios se va moviendo y los retardos van prolongando la senda de crecimiento de este.
Pero, al mismo tiempo aparecen las responsabilidades compartidas, y en esto quiero hacer énfasis, ya que, a partir del 1 de junio, gobernadores y alcaldes deberán sopesar las circunstancias de seguridad sanitaria de sus territorios, así como la aplicación de controles incluso más fuertes sobre la movilidad de las personas desde sus hogares hacia sus trabajos, y establecimientos comerciales y de servicios. Apenas está comenzando la segunda etapa de mayor incertidumbre, y los resultados dependen del conocimiento que tengan los gobiernos territoriales sobre el manejo de crisis. Por tanto, empieza a hacerse más pesada la carga de retornar a las actividades económicas al tiempo que se proyectan los escenarios de contagio. El reto es, no convertir sus departamentos y municipios en un foco latente de contagios, provocados generalmente por la dificultad que tiene la población para adaptarse a nuevas reglas.
Si no abrimos la economía, el segundo mayor contagio es el hambre, pero si no cuidamos la vida, quienes van a reactivar la economía, la condición de equilibrio parece hallarse en la disciplina social, de lejos, el comportamiento de las personas define la garantía de poder volver a la normalidad y para que eso se dé, los gobernadores y los alcaldes van a tener que trabajar al doble de lo que han venido haciendo hasta ahora, eso permitirá que puedan articularse con las recomendaciones y ayudas del gobierno nacional más rápido de lo esperado.
No faltarán las críticas a los gobernantes en materia de responsabilidades, pero lo cierto es, que el Gobierno nacional ha dispuesto de todas las herramientas fiscales y monetarias para palear la primera etapa de esta crisis y se prepara para la siguiente fase, sin embargo, necesita del apoyo de los entes territoriales para que se muevan con mayor velocidad los planes de salvamento que está dirigiendo. No hace falta nombrar los programas sociales que se han adelantado, pero si corresponde, revisar la materia fiscal de los departamentos en cuanto a focalización de gastos, programas de acceso a la población, garantías de atención sanitaria y uso eficiente de los recursos de libre destinación.
También es importante resaltar la condición de los municipios se sexta categoría, que requieren con urgencia la aprobación de proyectos enfocados en el control de la crisis sanitaria, así como en agua potable y saneamiento básico, muchos municipios no tienen recursos suficientes para hacerle frente a la crisis, se han debilitado en estos meses y no saben si van a llegar a la siguiente etapa de reapertura y gradualidad. Sobre esos municipios, los gobernadores también tienen la responsabilidad de acogerlos y transmitir su mensaje al gobierno nacional.
Las responsabilidades de gobernadores y alcaldes en este momento son compartidas con el Gobierno Nacional, su coordinación implica dejar las críticas y seguir haciendo bien el trabajo. De ustedes, depende que el país se vuelva a mover.
Publicado: mayo 28 de 2020