La vicepresidenta Martha Lucía Ramírez es una dirigente a la que le caben todas las críticas posibles por su temperamento, su megalomanía y soberbia, características que son bastante comunes en los políticos.
Por cuenta del inexorable relevo generacional en el liderazgo nacional, es muy posible que su carrera política no avance más, luego de su paso por la vicepresidencia donde, hay que reconocerlo, ha hecho una gestión bastante aceptable liderando las áreas que le fueron encomendadas por el presidente Iván Duque.
En los últimos días, Ramírez ha sido objeto de unos cuestionamientos infames por cuenta de una publicación hecha por un portal denominado Insight Crime, dirigido por el periodista británico, Jeremy McDermontt.
Insight Crime hace parte de una red internacional llamada Global Initiative, una organización ubicada en Suiza y fundada en el año 2013, con el propósito de “proveer una plataforma para la construcción de una estrategia global contra el crimen organizado”.
McDermontt escribió una extensa historia sobre un sujeto llamado Guillermo León Acevedo Giraldo a quien se presenta como un capo de capos, que desde la década de los 80 del siglo pasado ha logrado volar por debajo de los radares de las autoridades colombianas y estadounidenses.
Tal ha sido su sigilo y astucia para evitar la acción de la justicia que, según McDermontt, Acevedo Giraldo no tiene expedientes abiertos ni en Colombia ni en los Estados Unidos, razón por la que es conocido con el alias de El Fantasma.
Aunque el propio periodista reconoce que hasta el sol de hoy el mafioso Acevedo ha pasado de agache, él mismo -McDermontt- se encarga de tender un infame manto de duda sobre la vicepresidenta Ramírez y su esposo, el arquitecto Álvaro Rincón, al fustigarlos por un negocio que se perfeccionó en 2006.
Aquel año, Guillermo León Acevedo se presentó en la oficina de Álvaro Rincón con el propósito de plantear un negocio de construcción en un lote ubicado en uno de las mejores zonas de Bogotá.
Para la época, Martha Lucía Ramírez no ocupaba ningún cargo público y estaba evidentemente distancia del gobierno de Uribe, luego de su fugaz y muy accidentado paso por el ministerio de Defensa.
La hoy vicepresidenta ha explicado que después de las primeras reuniones con Acevedo, su esposo llevó a cabo lo que comúnmente se conoce como la “debida diligencia”, indagando por su pasado y la naturaleza de su patrimonio. La averiguación adelantada no encendió ninguna alarma: Acevedo, en el año 2006 no tenía ninguna investigación.
La agencia antinarcóticos de los Estados Unidos -DEA-, que es de lejos la más poderosa del planeta en lucha contra el narcotráfico, no tiene investigaciones contra Guillermo León Acevedo. En el año en que se finiquitó el negocio entre él y la empresa del esposo de Martha Lucía Ramírez, no existía -como tampoco existe en la actualidad-, ningún tipo de requerimiento o sanción en contra de ese individuo.
Entonces, ¿si la justicia y las agencias antinarcóticos del mundo entero no tenían no tenían en la mira a aquel sujeto, porqué la hoy vicepresidencia es señalada por una transacción comercial llevada a cabo por su esposo?
Hilan muy delgado aquellos que están pretendiendo señalar a Martha Lucía Ramírez por aquel negocio. Si el señor Acevedo Giraldo anduvo libre por el mundo entero tejiendo amistades y presentándose ante ellas como un próspero hombre de negocios, a pesar de ser el peligroso narcotraficante que ahora presenta el periodista McDermontt, la responsabilidad no es de Martha Lucía Ramírez, ni de su esposo, sino de la justicia de Colombia, de los Estados Unidos y de Europa, continente en el que actualmente reside ese personaje, que en España es reconocido como un magnate del sector inmobiliario.
Publicado: abril 13 de 2020
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