El sábado pasado, LOS IRREVERENTES revelaron en exclusiva que el jefe de la extrema izquierda, Gustavo Petro, se encuentra por fuera del país, mientras Colombia entera cumple una rigurosa cuarentena.
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En efecto, de acuerdo con una agencia estadounidense, Petro salió de Colombia el 18 de marzo en un vuelo comercial hacia el aeropuerto Tocumen, en la ciudad de Panamá. De allí abordó otro vuelo hasta París.
Dos días antes -el lunes 16-, habían comenzado las sesiones ordinarias del Congreso de la República.
De acuerdo con las normas, cuando un congresista va a adelantar un viaje oficial al exterior -que implique erogaciones con cargo al erario-, éste deberá pedir autorización previa. Cuando el viaje es con fines personales y los gastos corren por cuenta del parlamentario, basta con que informe del mismo a la secretaría general del senado o cámara de Representantes -según sea el caso-.
Este portal pudo confirmar con fuentes del Senado de la República que Petro no informó de su viaje al exterior y tampoco solicitó la respectiva licencia no remunerada. Así las cosas, aunque no se esté reuniendo por cuenta del coronavirus, el Congreso está en tiempo de sesiones, razón por la que ningún congresista puede irse del territorio nacional sin previo aviso a la mesa directiva de la cámara a la que pertenezca. Igualmente, aquel que viaje por razones que no sean inherentes a sus funciones, tiene el deber de informar con el fin de que el tiempo que dure el viaje, le sea descontado de su salario.
Le corresponderá a las autoridades disciplinarias, específicamente a la Procuraduría General de la Nación iniciar la respectiva investigación con el fin de determinar si el senador Petro incurrió en alguna falta y si así fue, imponer la correspondiente sanción, pues aunque pareciera que él goza de licencia para pasarse por la faja las leyes de la República -ninguna consecuencia ha tenido el video en el que aparece embutiendo en una bolsa gruesos fajos de dinero-, todos los congresistas, sin excepción, tienen los mismos derechos, pero también los mismos deberes.
Publicado: abril 6 de 2020
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Los Dioses no tienen por qué pedir permisos.
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