En los tiempos de crisis, es cuando se muestra la casta de las personas y la instituciones.
Nunca en la historia nacional se había registrado una contingencia de salud pública tan delicada como la que se está viviendo.
Ningún país del mundo estaba preparado para atender la pandemia del coronavirus. Ese virus, que se expande aceleradamente por el planeta entero, dejando a miles de muertos, es superior a la capacidad médica de cualquier Estado. Y Colombia no es la excepción.
El presidente Iván Duque, hizo uso de las herramientas que le otorga la Constitución, declarando un estado de emergencia para efectos de adoptar las determinaciones que corresponda con el fin de hacerle frente a la devastadora enfermedad que tiene en jaque al planeta entero.
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La Constitución indica que los decretos-ley que expida el gobierno con ocasión del estado de emergencia deben ser revisados por la Corte Constitucional.
Resulta inaudito e indignante que los 9 magistrados de ese tribunal, hayan remitido una comunicación a la Casa de Nariño solicitando información absolutamente estúpida.
La corte solicitó que el ministerio de Salud le remita copia del plan de contingencia que se implementará para hacerle frente a la pandemia y las medidas que se pondrán en marcha “para prevenir la propagación del brote, detectar con rapidez los casos, detener la transmisión del virus, atender los afectados, intensificar las actividades de preparación y respuesta, y aprovisionar vacunas en el momento de cura de la enfermedad, particularmente respecto de la población más vulnerable”.
En momentos de dificultad como el actual, resulta inadmisible que los jueces constitucionales pretendan que los funcionarios del ministerio de Salud, que están trabajando a marcha redoblada para evitar una hecatombe en nuestro país, dejen de lado sus múltiples tareas para responder su requerimiento. ¿Acaso los 9 magistrados de esa corte no leen las noticias, no han dimensionado la magnitud de la tragedia que tiene al mundo en vilo, no han visto la ola de muertos que se registran en otros países en los que la pandemia cogió ventaja?
Si los magistrados no pueden o quieren colaborar, entonces que se hagan a un lado. Su solicitud es una soberana majadería que confirma el nivel de desconexión de esos individuos con el país.
Los colombianos están en el deber de tomar atenta nota de la actitud adoptada por los burócratas que fungen de magistrados de la Corte Constitucional, para efectos de tomar decisiones soberanas una vez pase esta crisis. La reforma a la justicia, necesariamente empezará por la eliminación de ese tribunal que va en abierta contradicción de los intereses nacionaesl. Solo falta que a alguna de esas “lumbreras” que integran ese cuerpo colegiado, se le ocurra decir que no hay méritos que sustenten la declaratoria del estado de emergencia y proponga dejar sin efectos las determinaciones adoptadas por el gobierno nacional.
Publicado: marzo 31 de 2020
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