Salomón Kalmanovitz tiene una hoja de vida envidiable. Es economista egresado de la Universidad de New Hampshire con maestría y PhD del New School de la ciudad de Nueva York, fue decano de economía de la Jorge Tadeo Lozano y docente de varias universidades. Además, fue codirector del Banco de la República. Siempre he sabido que Kalmanovitz es una gran eminencia para la izquierda en todo lo que tiene que ver con cuestiones económicas. Digamos que Kalmanovitz es como el Joe Stiglitz de la comunidad de economistas de Colombia.
Y me está quedando claro que al igual que Stiglitz, la demagogia y la mentira son su principal arma. A Stiglitz le encantaba en el pasado reciente soltar cuentas alegres sobre lo “benévolo” que era para el pueblo el modelo económico de Chávez y las políticas económicas que se implementaron bajo los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Hace un par de semanas a Stiglitz le dio por comentar sobre la necesidad que tenía el gobierno de Argentina de reducir el tamaño de su deuda pública en forma agresiva por culpa de Macri. El problema es que Stiglitz soltó ese comentario sin tener idea alguna de cuál era el porcentaje de deuda contra PIB del país. Quedó tan evidente su ignorancia, que un día después el “sabio” Stiglitz se vio obligado a salir a rectificar su patético pronunciamiento.
Hace unos días el señor Kalmanovitz publicó una columna en El Espectador sobre los fondos de pensiones privados que me dejó atónito. Lo primero que hice después de leer el escrito fue revisar que no fuera el 28 de diciembre, porque esa basura de escrito solo merecía ser publicada en el día de los inocentes. Quizás lo más patético es que esa columna la compartió Fidel Cano en sus redes sociales.
Pero, señor Bernal, ¿cuáles fueron las mentiras que soltó Kalmanovitz? Muchas y muy graves. Resumo las más importantes. Kalmanovitz argumentó lo siguiente en su columna: “Sin mover un dedo, mensualmente les llueven $3,3 billones de utilidades.”El nivel de engaño, o de ignorancia que demuestra este comentario, es impresionante. Los fondos de pensiones NO ganan COP $3 billones cada mes, señor Kalmanovitz, lo que pasa es que los ahorradores y las empresas contribuyen con ese dinero para incrementar el nivel de ahorros. Esos tres billones también incluyen los rendimientos de las cuentas individuales. Solo hay dos posibles explicaciones para esta bestialidad. O Kalmanovitz está enfermo de la cabeza, o miente sin pudor.
El columnista también suelta esta perlita: Según él, los fondos de pensiones privados no les informan a sus clientes en que están invertidos sus recursos. Le ayudo, señor Kalmanovitz. En este enlace encuentra toda la información: https://www.superfinanciera.gov.co/publicacion/61153
Por último, el señor Kalmanovitz es tan deshonesto, o tan ignorante, o las dos, que confunde las comisiones de los fondos de pensiones voluntarios con las comisiones de los fondos de pensiones obligatorias. La comisión en los fondos de pensión obligatoria es del 3%, y en la mayoría de los casos, el seguro previsional cuesta 2%, implicando que la comisión del fondo es 1%. Mi fondo balanceado de CapRe acá en EE. UU. tiene una comisión del 1.2%, señor Kalmanovitz.
Lo único bueno que le deja el mundo la columna del “sabio” Kalmanovitz es que queda completamente demostrado que la gran mayoría de los economistas “progresistas” de nuestro país son unos mentirosos compulsivos. ¡Hablando en serio, qué vergüenza!
Publicado: marzo 10 de 2020
4.5
5
3.5