Hay posiciones dentro del Estado que innegablemente acarrean mayores riesgos que otras. El nivel de responsabilidad y los retos que se afrontan varían dependiendo de las dinámicas propias de las coyunturas que se afrontan en cada cargo.
En este contexto, la situación del Ministerio de Defensa es bastante especial. Para nadie es un secreto que Colombia es un País con una situación de seguridad bastante difícil que implica una confrontación constante entre la institucionalidad y la ilegalidad.
Como tal, los desafíos van desde erradicar las 200.000 hectáreas de coca y la recuperación de zonas completamente cooptadas por el narcotráfico como el Catatumbo, hasta la lucha contra la extorsión, que tiene azotados varios departamentos de la costa atlántica, y el crimen organizado que afecta las principales ciudades del País.
Para afrontarlos, se requiere del liderazgo de un Ministro que, bajo los lineamientos del Presidente, priorice los intereses superiores de la Patria antes que las banalidades y los intereses personales, tal como lo ha hecho Carlos Holmes Trujillo, cuya gestión ya empieza a mostrar resultados.
Por ejemplo, por primera vez en 7 años se reversó la tendencia de crecimiento de los cultivos ilícitos y ya se está implementando la nueva política de seguridad que responde, con total respeto de los derechos humanos, a las necesidades que se están viviendo en todas las regiones del País.
Por eso, son más que dolorosas las amenazas que el ELN ha hecho contra el Ministro Carlos Holmes, un hombre honorable que le ha puesto el pecho a las problemáticas de seguridad desde la institucionalidad.
La gravedad y la certeza de estas es algo que solamente las autoridades pueden determinar. Dicho esto, el Gobierno no debe escatimar esfuerzos para proteger la integridad del Ministro y su familia. El País no puede permitir, bajo ningún motivo, que la violencia atente contra la integridad de uno de los grandes servidores públicos se vea afectada.
Ahora bien, estas infames amenazas denotan una clara realidad: el cobarde terrorismo que aún persiste en nuestro País se está volviendo a sentir arrinconado ante las acciones que han desplegado nuestras Fuerzas Militares bajo los lineamientos del Ministro.
Atrás quedaron los tiempos donde la criminalidad se paseaba a sus anchas por el territorio nacional sintiéndose cobijados por una impunidad que tranquilizaba su actuar. El accionar de este Gobierno es contundente y no escatima esfuerzos para garantizarle a la población la protección de su vida y bienes.
De corazón, espero que Dios proteja la vida de Carlos Holmes y su familia. El País necesita de su caballeroso y firme servicio para sortear las dificultades a las que estamos expuestos.
¡Adelante Ministro!
Publicado: enero 31 de 2020
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