Invitado: José David Castro, primo residente en Rusia. Intercambio de pensamientos.
La Revolución Rusa tiene orígenes mucho antes de unos meses previos a la toma del poder por parte de Lenin y sus secuaces. Como lo resalta Elena, viendo la literatura rusa de solo algunos autores, Dostoievski y Tolstoi, ya se venía planteando una forma de gobierno. Cito al primero, Dostoievski quien participó en el Círculo de Petrashevsky a mediados del siglo XIX cuando se moldeaba una Rusia conservadora manteniendo al Zar como unificador, de la mano de cambios sociales: mermar la clase social y acabar con el “sistema feudal” que mantenía latifundios. Encontré esta buena descripción: “como cristiano, rechazó el socialismo ateo; como tradicionalista, rechazó la destrucción de las instituciones y, como pacifista, cualquier método violento o agitación dirigida por progresistas o reaccionarios. Apoyó la propiedad privada y los derechos comerciales, y no estuvo de acuerdo con muchas críticas al mercado libre por parte de los utópicos socialistas de su tiempo.”
León Tolstoi, al igual que Dostoievski, venía de una bien reconocida familia noble, de hecho, el tenía el título de Conde León Nikolayevich Tolstoi. Su influencia política también es de mediados de siglo XIX. Después de participar en la Guerra de Crimea tuvo una transformación radical en contra del Estado apoyando la Anarquía. Sus planteamientos iban enfocados a sus creencias religiosas que rechazaban la propiedad privada y veía al gobierno como núcleo de degradación y dominación.
Necesario mencionar otros autores de principios del siglo XIX: Alexander Herzen, Mikhail Bakunin and Peter Kropotkin quienes siendo de las mejores familias y gozando de grandes herencias, propusieron los principios del Socialismo Ruso y Anarquismo extremo.
Círculos de caballeros nobles, ilustrados y con la mejor educación se reunían para discutir de política donde salían temas de replanteamientos de gobierno como una Monarquía Constitucional o un Socialismo de Estado “de arriba para abajo, no de abajo para arriba; respetando la propiedad privada, la dignidad humana, la religión y el intercambio comercial” (Rafael Uribe Uribe iniciando el siglo XX). Creo que nunca imaginaron acabar con su emperador ni mucho menos acabar con su país como lo hizo el comunismo.
Desde mucho antes de los Bolcheviques ya se estaban formando grupos subversivos extremistas como los “Voluntad de la gente” quienes mataron en 1881 al Emperador Alexander II mientras caminaba confiado por el Canal Griboyedova en el centro de la Capital Imperial de San Petersburgo.
Tal como lo escribió José Alvear, el gobierno alemán quería sacar del panorama a Rusia por ser una amenaza. Al respecto, y con orgullo, Elena dice que su país (Rusia) en ese momento era una potencia mundial poderosa, con una economía de punta, un crecimiento gigante y desarrollo de paso firme, a lo cual temía Alemania. Por ello el gobierno alemán dio su apoyo, no recuerdo la suma, pero dio una cantidad millonaria a Lenin y sus monstruos para provisionarse, prepararse y tomar el poder por la fuerza en contra del Gobierno Provisional Ruso después de la abdicación de Nicolás II.
El trágico cuento después que se toman el poder afecta a todas las familias rusas “devorados por la inevitable crueldad del proceso sanguinario creado por Lenin y perfeccionado por Stalin” (Alvear). Paso a contar el caso de Elena: Ella y su familia siempre muestran orgullosamente la foto de su tatarabuelo, oficial de alto rango de la guardia imperial, portando el impecable uniforme blanco con botas negras, cinturón y medallas acompañado del brillante sable con el escudo del águila bicéfala del Imperio Ruso. La foto es de finales del siglo XIX la cual, al igual que otras en que lo acompaña su esposa, estuvieron escondidas por no decir “enterradas” inclusive para la familia de mi esposa, pues mostrarlas sería el final de los Melnikov (apellido de mi suegra) Cuenta que después de la revolución, fueron una noche a buscarlo en la ciudad donde vivían y sin explicación ni razón fue desaparecido. No les importó sus pequeñas hijas y mucho menos su esposa. A familias de compañeros del mismo rango y bajo las mismas circunstancias les obligaban a renunciar a su parentesco con aquellos oficiales Imperiales a no ser que quisieran correr la misma suerte sus pequeños hijos. ¡Negar a su papá y esposo con la garantía de permitirles vivir y viceversa, negar a sus hijos para protegerlos y salvarlos! es desgarrador. Pero fíjate, después de 100 años siguen portando con orgullo y blanden su memoria. Lo anterior fue muy curioso para mi, pues por lógica pensaba que después de vivir cuatro generaciones con “lavado de cerebro” pro-revolución, serían ajenos a héroes en contra del comunismo; pero no, con miedo y terror vivieron pasando desapercibidos guardando sus tesoros familiares y haciendo héroes para su país.
Cito nuevamente a José: “consideré cómo la revolución colombiana, impulsada desde 2010 sin señales de desfallecimiento, avanza en un país donde tantos no dejan gobernar y donde el gobierno no parece querer hacerlo”. Espero no nos dejemos meter el gol, aunque cierto es que esos infelices se van metiendo poco a poco aparentemente inofensivos para dar la estocada inesperada. Como sabes, tengo fe en Colombia y en el actual gobierno.
El Rincón de Dios
“Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.” San Agustín
Publicado: diciembre 6 de 2019