Culmina el año 2019 con una expectativa de crecimiento del 3.2%, tasa superior al lento ajuste macroeconómico de América Latina y el Caribe que expone un preocupante panorama de desaceleración con un nivel de crecimiento del 0.1%. Así las cosas, es notable, el esfuerzo de este gobierno por lograr posicionar a Colombia como la Economía más sana y estable de la región, argumento válido para felicitar el manejo prudencial en un contexto de volatilidades comerciales, cambiarias y, sobre todo, institucionales en el continente.
Además del crecimiento, Colombia, mejoró en 11 lugares el ranking en el Informe de Desarrollo Humano de PNUD para 2019, para la clasificación entre 189 países. Estamos por encima de Ecuador, Perú y Paraguay, países homólogos de la Región y pasamos de ocupar el puesto 90 en 2017 al 79 en esta última medición. Tenemos un índice ajustado de desarrollo humano de 0.72, con un valor comparativo máximo de 100, lo que nos ubica en un país, con alto nivel de desarrollo.
Atrás van quedando las viejas posturas enquistadas sobre nuestro país, que afirmaban el peor de los escenarios de América, comparando a Colombia con un país de círculos viciosos de pobreza, distribución del ingreso crítica y brechas entre ricos y pobres cada vez más grandes. Pues bien, en este momento por mucho que traten de dirigir el debate hacia lo negativo, es de suma importancia, aclarar que Colombia es la economía preferida de América Latina ahora mismo, pues el gobierno nacional entiende sobre la necesidad de superar ciclos económicos contractivos y promueve la expansión del producto en un escenario de competitividad y modernización para el desarrollo.
Claro, la crítica sobre el crecimiento económico, o el desarrollo humano, o la capacidad de redistribución del ingreso, siempre se centrará en equiparar la distancia entre ricos y pobres, nunca se verá en un escenario técnico de ajuste macroeconómico de mediano y largo plazo. Las molestias que genera que Colombia sea uno de los países ejemplares en la región, provienen de la incapacidad de medir los efectos redistributivos de la política económica por parte de los detractores y en su lugar el ejercicio populista hace presencia.
Este Gobierno es de resultados, 15 meses el Presidente Iván Duque ha aplicado una fórmula económica de ajuste gradual sobre la estabilidad macro, con una política fiscal prudente que busca redistribuir el factor potencial de las inversiones con el efecto real del gasto en el mediano plazo. Salimos de un modelo de ajustes nominales a uno en términos reales, cuyos efectos se ven en la tasa de crecimiento, en el aumento de las transacciones diarias del público, la expansión de la demanda y la mejora en la confianza inversionista.
Hoy Colombia es una economía prometedora, está retomando la senda expansiva y sentando bases para recuperar la inversión extranjera por encima del 30%, el emprendimiento se convirtió en la nueva política económica y la transformación productiva se está orientado hacia el cumplimiento de estándares internacionales para fortalecer el flujo de exportaciones.
Los resultados se ven, no obstante, del discurso populista de brechas entre ricos y pobres; Colombia es un país donde cada vez se fortalecen más las expectativas de generación de ingreso gracias al desarrollo empresarial que ha traído nuevas inversiones en materia tecnológica al país. Por citar un ejemplo, las zonas francas están desarrollando procesos productivos basados en la dinámica de economía circular para el aprovechamiento potencial de todos los recursos de la cadena de producción. Los inversionistas en energías alternativas están llegando al país con propuestas de parques solares, reconversión energética, formación de estándares para el uso eficiente de la energía, las empresas de base tecnológica cada vez se fortalecen más con la expansión de la oferta nacional, la infraestructura avanza hacia la quinta generación y la diversificación productiva ya llego al campo colombiano con nuevas técnicas de producir y certificar sus productos.
Logros en materia económica se están viendo, en lugar de equilibrar al país con la metódica trama discursiva del populismo diferencial entre ricos y pobres, este gobierno está empeñado fortalecer la redistribución de beneficios en toda la población, que ninguna región se quede sin desarrollo y ningún colombiano se quede por fuera de una de las economías más robustas de América Latina y el Caribe.
Publicado: diciembre 19 de 2019
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