Ley de financiamiento, reforma tributaria, paquetazo tributario, ley de crecimiento, como se conoce esta iniciativa del gobierno nacional que responde a la necesidad de recuperar la senda de crecimiento que se había perdido en Colombia y que le da un giro a la forma como la política fiscal actúa en favor del ciclo expansivo de la economía nacional.
En tiempo record, al gobierno nacional le ha tocado formular las herramientas que le permitan recuperar las fuerzas de crecimiento económico, necesarias para expandir la economía por los próximos años y evitar así una reducción catastrófica en la confianza inversionista, la demanda interna y la diversificación de portafolios productivos que promuevan la oferta en el mediano y largo plazo.
El recaudo fiscal es uno de los medios a través del cual el estado se financia, reduciendo el riesgo de caída de liquidez y ajustando la formulación del gasto en torno a las políticas de desarrollo económico que requieren los colombianos para seguir construyendo una sólida estabilidad Macroeconómica.
Puntos que equilibran la equidad como la devolución del IVA a favor de la población más vulnerable, el mecanismo de deducción de primer empleo sobre el 120% de salarios para empleados hasta 28 años, el pago de impuesto con destino al turismo como inversión social, el pago de impuesto unificado bajo el régimen SIMPLE de tributación y la reducción del pago en seguridad social al 4% para pensionados con un salario mínimo, demuestran las intenciones de este gobierno por promover la equidad entre los ingresos reales de los colombianos y la distribución impositiva de los tributos a favor.
El desarrollo de las mega inversiones es otro de los hitos que marcan la diferencia al momento de incrementar la formación de nuevos empleos, al tiempo que se formulan proyectos a partir de inversiones por $ 1.028.000.000 millones, en adelante, que equivalen a 30.000 UVT. La modernización de las compañías a través del régimen de Holding para expandir las inversiones y generar un sistema empresarial más sólido, es otro de los puntos que favorecen la formación de nuevas compañías con participación local y extranjera, la continuación de mecanismo de obras por impuestos a partir de ingresos brutos equivalentes a $ 1.151.000.000 para celebrar convenios entre personas naturales o jurídicas con entidades públicas, fortalece la inversión para el desarrollo territorial.
Si se ve en retrospectiva la función de los impuestos sobre la distribución del gasto, los colombianos podrán encontrar una ley que promueve el crecimiento económico a través de la progresividad del tributo, claro que, para encontrarnos en este escenario es imprescindible estudiar las condiciones tributarias sobre las que se enmarca la Ley, por lo tanto, hablar de impuestos como el factor de destrucción masiva de sociedades completas como lo hace ver la oposición, rara vez se puede comparar con relaciones contables a favor del crecimiento económico de la nación.
Las cosas para el gobierno no son fáciles debido a la apresurada tendencia populista que usa la oposición sobre la lucha de clases, el inconformismo social, la precariedad de los ingresos, la destrucción de empleos y cualquier otro argumento que llame a la protesta, o al descontento, con lo cual suman una variable de mayor presión sobre lo que se propone desde el ejecutivo para cerrar círculos viciosos de pobreza y desigualdad, lo que no entienden los detractores de la ley de crecimiento económico es que todo gasto genera una entrada adicional, es decir, para gastar, invertir, redistribuir, construir, hay que tener primero la cuenta de entrada antes que el pasivo, de lo contrario no puede haber contrapartida contable.
Lo que no entiende la oposición y los detractores de este gobierno, es que recuperar una tasa de crecimiento al 4% como se propone no es una tarea que consista en decirle a las empresas que produzcan mas para vender más y que de inmediato ajusten los salarios y generen empleo en 15 meses, eso no se logra de la noche a la mañana.
Lo que no entienden los opositores y detractores es que están en un país que promete una sana estructura económica que no los va a empobrecer, sino que, por el contrario, necesita articular el mercado para fortalecer la inversión y generar crecimiento, efectivamente los beneficios sobre la demanda se verán reflejados en una mejor calidad de vida. Lo que no entienden es que el Gobierno nacional decidió apuntarle al proyecto de crecimiento económico regional para atraer las dinámicas de inversión territorial en función de la descentralización.
Así las cosas, la ley de crecimiento económico con toda seguridad, será la fórmula que evite que Colombia entre en una reducción de capacidad productiva y operativa que más adelante nos contagie de la inestabilidad económica que sufre américa latina por estos días, no podemos darnos el lujo de devolvernos a la edad de piedra para contentar a los opositores.
Publicado: diciembre 5 de 2019
3.5