Claro que nuestro país no es un oasis, ni un lugar en el que no hay dificultades. Negarlo, sería insensato y se constituiría en un acto de absoluta desconexión con la realidad nacional.
Durante mucho tiempo, desde el Centro Democrático, le hicimos una oposición cerrada a Juan Manuel Santos, precisamente por el desgobierno que se vivía en nuestro país.
Pero en estos 15 meses de la administración Duque, nadie puede negar el mejoramiento en distintos aspectos, empezando por la gigantesca inversión en temas sociales. ¡Claro que hay mucho por hacer! Pero eso no significa, ni mucho menos, que el país esté en una situación como la que han querido pintar los extremistas que están incentivando el paro del 21.
¿Acaso los señores Petro y Bolívar, o los terroristas impunes de las Farc desconocen que la economía colombiana, bajo el gobierno Duque, ha crecido el doble de lo que venía creciendo en los últimos años? ¿O se les olvida que este gobierno ha ahorrado más de $3 billones de pesos que anteriormente se estaba gastando en la “mermelada” corrupta con la que Santos compró apoyos políticos?
Todas las razones que han enarbolado los convocantes a la marcha del 21, son totalmente falsas. Hablan de una reforma pensional que no existe y también hablan de una reforma al régimen salarial, que no se ha presentado. La verdad, es que a través de mentiras y desinformaciones, los organizadores del paro se han encargado de encender irresponsablemente los ánimos de la ciudadanía.
No tiene sentido que se vaya a protestar contra el gobierno que, por ejemplo ha asignado más de 117 mil subsidios de vivienda y tiene previsto llegar a 600 mil, o tratar de poner en jaque a un presidente que a través de su estupenda ministra de Educación ha hecho lo correspondiente para llegar a 7 millones de niños beneficiarios del “Programa de Alimentación Escolar”.
Los enemigos del gobierno, se han encargado de enardecer a los estudiantes de nuestro país, al tiempo que evitan decirles que ya se adjudicaron 84 mil de las 320 mil becas universitarias, o que la actual administración se ha empleado a fondo para sacar adelante la construcción y renovación de las aulas académicas, proyecto que estaba prácticamente muerto por cuenta de la desbordada corrupción en el ministerio de Educación, durante el gobierno Santos.
Si hay algo que merece aplaudírsele a nuestro gobierno, es su compromiso con la educación. El presupuesto pasó de $38 a más de $44 billones de pesos. Sincera y objetivamente, los jóvenes colombianos, deberían marchar, pero para reconocer el esfuerzo y el compromiso del presidente Duque y de la ministra Angulo, con la educación nacional.
No existe un solo motivo para salir a marchar el 21. Duele y preocupa la mezquindad de los opositores a nuestro gobierno. Su falta de lealtad con la verdad, debe ser merecedora del repudio nacional. Gustavo Petro no ha superado el trauma que le generó la aplastante derrota que le propinó el pueblo, en las elecciones presidenciales del año pasado, pero ello no lo habilita para estimular el desorden y el caos, tal y como ha hecho durante todos estos días previos al paro que me merece el más tajante rechazo. Por el bien de nuestra democracia y estabilidad republicana, aquellos que resuelvan hacer caso del llamado del petrismo y de la izquierda irreflexiva, deben comprometerse con adelantar un protesta dentro de los marcos de la civilidad y el respeto irrestricto a las normas, sin pensar siquiera en acudir a las vías de hecho.
Publicado: noviembre 18 de 2019
3.5
5