Según Maurice Duverge: Un país donde la opinión se divide en grupos numerosos pero inestables, efímeros, fluidos, no corresponde a la noción verdadera del multlpartidismo: esos movimientos políticos se sitúan en la prehistoria de los partidos; se coloca en una fase de la evolución general en la que la distinción del bipartidismo y el multipartidismo no se aplica todavía, porque no hay, aún, partidos verdaderos.
A su vez, Duverge comenta que para el siglo XXI la composición de los partidos políticos como tal, se debe a una concepción de centrismo doctrinario por cuenta, precisamente, de su debilidad doctrinaria.
De tal forma que, en el siglo XII, por medio de la técnica de la superposición política se obtiene una figura esquemática de las grandes familias espirituales francesas: comunistas (orientales, dirigistas, laicos); cristianos progresistas (orientales, dirigistas, clericales); socialistas (occidentales, dirigistas, laicos); republicanos populares (occidentales, dirigistas, clericales); radicales (occidentales, liberales, laicos); derecha y R.P.F. (occidentales, liberales, clericales).
Pareciera que, en el siglo XXI la doctrina política fuera la del fraccionamiento político.
Desde la Constitución del 91 en Colombia, los movimientos por firmas para las alcaldías, gobernaciones, elecciones del 27 octubre vs los partidos políticos tradicionales quedaron relegados a un segundo lugar.
En esos movimientos políticos se encuentran vertientes de los partidos tradicionales como lo son: comunistas, socialistas progresistas, cristianos católicos, radicales en ambos sentidos, donde la polarización y la ausencia doctrinaria es su principal característica.
A su vez, el abogado Rodrigo Pombo, comenta en un paper publicado por la Corporación Pensamiento Siglo XXI sobre la urgencia de un país que necesita redefinirse. Comenta Pombo que es perentorio que Colombia busque un camino para definir el país que queremos.
¿Cuál es el país que queremos?
¿Queremos un país como la China del siglo XXI?
Un país, ¿dos sistemas económicos?
O, queremos un país provincial como en el que nos encontramos.
Porque, en medio de todo, Colombia en el siglo XXI es un país de provincia. De provincia conservadora, por lo demás.
Conservadora en su composición política, social, económica.
Estando en el Congreso de los 170 años del Partido Conservador colombiano, el único partido político como tal existente en Colombia; porque lo que existe detrás de la formación de la Constitución del 91 es un sin número de movimientos políticos de las diferentes formas de lucha tradicionales que carecen, precisamente, de una doctrina política como tal.
El Partido de U, fue el partido de Uribe, el Centro Democrático es el Partido de Uribe, Cambio Radical es el partido de Vargas Lleras. ¿Los verdes? ¿El Polo democrático? ¿Los movimientos cristianos?
¿Existen de verdad partidos políticos en Colombia?
La respuesta es No. No, lo que existe hoy en día es una serie de movimientos políticos alrededor de un caudillo.
Pero, partidos políticos como tal, no existen.
El único partido político, verdalmente político, es el Partido Conservador colombiano.
Si, el Partido Conservador colombiano lo quisiera tiene este momento histórico, para fomentar su doctrina como lo hace en sus conferencias todos los miércoles en la casa conservadora de la Soledad, en Bogotá, a las 6.00 pm. Conferencias de todo tipo impulsadas por don Gilberto Alzate Avendaño con el fin de renovar la doctrina conservadora.
Lo que le hace falta a la sociedad colombiana tan progresista en estos momentos es, precisamente, una contra parte impulsada por la doctrina conservadora.
Puntilla: Por ejemplo, Pinzón Bueno, sería una alternativa presidencial para el 2022 bien interesante.
Publicado: octubre 8 de 2019
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