Una nauseabunda farsa. Así podría resumirse el espectáculo macabro que puso en marcha la corrupta corte suprema de justicia, con la infame indagatoria a que fue llamado el señor expresidente Álvaro Uribe Vélez.
El jefe natural del Centro Democrático, concurrió cumplidamente a la diligencia, acompañado por su equipo de juristas, para efectos de responder las estúpidas e infundadas preguntas que le habría de formular el magistrado encargado de poner en marcha el plan criminal consistente en judicializar al presidente que salvó a Colombia de las garras del terrorismo.
Cesar Reyes, magistrado de la descompuesta corte suprema, durante más de ocho horas estuvo formulando interrogantes relacionados con el supuesto soborno de testigos por parte del presidente Uribe Vélez.
Mientras se desarrollaba la diligencia, el parque nacional se llenó de militantes uribistas que pacíficamente concurrieron a expresar su respaldo al exmandatario injustamente sometido a un proceso penal, cuyos fines son evidentemente políticos.
De otro lado, facinerosos de la izquierda, protagonizaron un espectáculo asqueroso, lanzando arengas y agrediendo a la fuerza pública. Esos antisociales, incentivados por los sectores más violentos y brutales de la oposición, tenían el claro propósito de alterar de manera grave el orden público de Bogotá.
Sujetos peligrosos como Gustavo Petro y Gustavo Bolívar, se encargaron de estimular a los violentos -mayoritariamente menores de edad- que, gracias a la intervención profesional y decidida de la policía, fueron oportunamente controlados.
Durante la jornada de la indagatoria al doctor Uribe, quedó evidenciado ante Colombia y el mundo, que el uribismo -corriente palmariamente mayoritaria- ha cerrado filas entorno al presidente brutalmente hostigado por una justicia putrefacta, que ha sido instrumentalizada por las denominadas “viudas” del terrorismo.
Uribe, además de ser inocente, es un hombre que goza del pleno respaldo de la militancia uribista y del gobierno nacional. Deben ser destacados, los contundentes mensajes de solidaridad que tanto el presidente Duque como el canciller Carlos Holmes Trujillo, enviaron mientras se desarrollaba la indagatoria.
El primer mandatario, aseveró que “si ustedes me preguntan, yo resumo al presidente Álvaro Uribe con una sola palabra: ¡Honorabilidad!”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, en una entrevista radial, dijo: “expreso mi solidaridad con el presidente Uribe, por el afecto que le tengo, el respeto que le tengo y el reconocimiento que tengo a su tarea. Y como colombiano, no puedo menos que esperar que las decisiones que eventualmente tome la corte suprema de justicia, tengan como inspiración el derecho, la ley y, por supuesto, las evidencias”.
No la tendrán fácil los facinerosos que persiguen al presidente Uribe. Creyeron equivocadamente que podrían destrozarlo en las urnas, y los resultados de los últimos 20 años han demostrado que él es imbatible. Resolvieron poner en marcha un plan criminal para llevarlo a la cárcel, creyendo que lo doblegarían. Se quedarán esperando, porque ni Uribe ni el uribismo van a dar su brazo a torcer. Cueste lo que cueste, esta batalla se va a librar hasta el final, porque el líder más importante de la historia reciente de nuestro país, no merece nada distinto que la gratitud y el reconocimiento.
Publicado: octubre 9 de 2019
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