La brisa bolivariana

La brisa bolivariana

¿Recuerdan que hasta el año 1999 terminábamos de cantar el happy birthday to you con un sentidísimo “que los cumpla hasta el año dos mil”? Pues sí, tuvimos que llegar a escasos meses del milenio para caer en la cuenta que lo que veíamos lejos estaba a la vuelta de la esquina y que, sin querer, estábamos deseándole una muerte temprana a todos nuestros seres queridos. De manera inexplicable la realidad evidente a veces escapa a los ojos de millones de personas.

Así como no vimos que el año 2000 se estaba acercando, tampoco vimos la amenaza que se cernía sobre las democracias latinoamericanas por cuenta de Venezuela y Cuba, si entendemos a esos dos países como una simbiosis entre cerebro y fuerza. Las ideas comunistas emanan de Cuba, pero es Venezuela quien las ejecuta.

El Socialismo del Siglo XXI aterrizó en la América continental en el año de 1999 cuando Hugo Chávez Frías se convirtió en el presidente del país más rico de la región. Y así como en el 99 nadie advirtió que el año 2000 estaba a la vuelta de la esquina, Latinoamérica tampoco advirtió que el fracasado modelo comunista no se iba a mantener contenido en Venezuela, porque los petrodólares le sirvieron a Chávez y a Castro para infiltrar las agendas políticas de la región. Es así como uno a uno los países más importantes de américa fueron cayendo en las fauces de un modelo político-económico miserable que solo ha servido para enriquecer de manera grosera a sus dirigentes y empobrecer económica y moralmente a su población.

Como era de esperarse, la mezcla entre el comunismo y la corrupción terminó arrasando con los recursos de Venezuela y a su vez con su capacidad de seguir comprando democracias, sin embargo, la amenaza destructiva e infecciosa de la simbiosis Cubanovenezolana no cesó. Ante la falta de recursos económicos, consecuencia natural del chavismo, se produjo el mayor éxodo de venezolanos que se pueda registrar en la historia reciente de la región. Hasta este momento cuatro millones quinientos mil venezolanos han abandonado su país y de esos un millón quinientos han ingresado a Colombia.

La mayoría de inmigrantes, a los que en realidad nos deberíamos referir como refugiados, son la población más joven de Venezuela. Como es natural, la población mayor, aquella que aún recuerda con nostalgia a esa Venezuela potencia petrolera, se quedó atrás para contar la historia. Pero esos jóvenes que apenas recuerdan las épocas de gloria crecieron bajo el paternalismo asfixiante del comunismo. La mayoría puede llegar a entender que fue ese modelo económico el que sumió a su país en la desgracia, pero un número aún por determinar son portadores de las nefastas ideas del chavismo y el resultado de esto se está viendo en las explosiones sociales que estremecen a varios países del continente.

No es casualidad que en las recientes protestas sociales en Ecuador y Chile se hayan registrado noticias de capturas de venezolanos infiltrados. Mientras estos lamentables hechos se presentaban también se registraban declaraciones amenazantes del segundo del chavismo, Diosdado Cabello, en las que decía, entre otras cosas, que lo que está pasando ahora es apenas una brisita porque lo que se viene ahora es un huracán bolivariano. Ese huracán bolivariano no es el producto de sucesos recientes sino el producto de años de planeación y de infiltración en todos los estamentos sociales.

Colombia está en la mira de Cuba y de Venezuela y no podemos hacernos los de la vista gorda ante la amenaza que se cierne sobre nosotros. Aunque tengamos lazos de hermandad y un agradecimiento histórico con el pueblo venezolano que recibió con los brazos abiertos a nuestros compatriotas, es necesario que se tomen las medidas necesarias para que las pocas manzanas podridas que atraviesan la frontera no terminen perjudicando nuestra democracia e instituciones. A la vez, nosotros los colombianos tenemos una responsabilidad con nuestra descendencia de no permitir que las amenazas del régimen chavista que advierten que pronto Colombia caerá se cumplan. Este 27 de octubre tendremos la oportunidad de contrarrestar esa amenaza en la medida en que sepamos escoger correctamente a las personas adecuadas.

Migración venezolana más de 4.500.000 venezolanos han dejado su país. El éxodo más grande de la historia reciente de América Latina.

@ANIABELLO_R

Publicado: octubre 25 de 2019

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